Aby

Em

Bajo de mi skate cuando veo una enorme casa blanca, veo que hay muchas personas que entran y salen del lugar. El ruido se escucha hasta la otra cuadra, pero a los vecinos parece no molestarles.

Paso mi vista y veo a Diego con Math llegar, ellos se bajan de su skate y observan el lugar.

—¿Qué clases de amigos has hecho en cinco meses? —cuestiona Diego.

—¿Eso interesa? —pregunta Math— mira este lugar, hoy si que lo pasaremos bien —soba sus manos.

—¿Y los chicos? —me giro un poco buscándolos con la vista, no hay rastro de Asher, John o Martín.

—En cualquier momento llegarán —Diego se encoje de hombros— ¿entramos o qué?

—Vamos.

Hago un gesto con la cabeza y los tres caminamos hasta la casa. Pasamos por la puerta que permanece abierta y vemos como adentro la fiesta ya ha comenzado.

Veo a las parejas subir la escalera tomados de las manos, otros besarse en los escalones, muchas otras personas beben y bailan y hay varias más drogándose en algún rincón. Mis fosas nasales se llenan del olor al alcohol, cigarro y marihuana.

Tan pronto como entramos en la casa mis amigos se pierden, ellos si saben disfrutar de estos ambientes. Por mi parte siempre fui a las fiestas para no quedar solo en cualquier otro lugar. Prefería ir, emborracharme y observar a mis amigos disfrutar. Algunas veces ellos se iban con chicas, otras simplemente compartían con las demás personas.

—¡Ian! —giro mi rostro hasta el lugar donde gritaron mi nombre, veo como Jake eleva una botella y me observa. Niego riéndome y camino donde él— viniste —habla cuando llego a su lado— ¿estás solo? —cuestiona.

—Vine con unos amigos, pero ya se desaparecieron —me encojo de hombros.

—¿No estás bebiendo nada? —pregunta, yo niego. Él estira su mano, saca un vaso de una mesa y me sirve de su botella. Lo tomo en mi mano y lo llevo a mi boca, dejo que todo el liquido baje por mi cuerpo. Arrugo un poco la frente, esto está fuerte.

—Viste que no mentía en cuanto a las fiestas de Em —habla fuerte, la música retumba en toda la casa.

—¿En dónde está ella? —le pregunto, paso mi vista por las personas de la fiesta, o al menos las que alcanzo a distinguir.

—Recién estaba aquí —él también observa a todos lados— mira, ahí viene —apunta a una dirección.

Entre las personas veo a una sonriente castaña, ella camina junto a algunas chicas, eleva un vaso y bebe mientras sigue riéndose. Eleva la vista y me observa, noto como vuelve a sonreír.

—Si viniste —dice llegando a mi lado, pasa su cabello por detrás de sus oídos y me observa. Ella se ha puesto un vestido pegado a su cuerpo, sobre él trae una chaqueta, tiene su cabello suelto y se ha puesto algo de maquillaje. Noto como las luces del lugar iluminan algunas partes de su rostro y eso hace que brille un poco con el maquillaje que se ha puesto. Se ve realmente bien.

—Dije que no me lo perdería —elevo mi vaso, ella eleva el suyo y hacemos un salud.

—¿Dónde están tus amigos? —pregunta.

—En algún lugar de esta enorme casa —inspecciono la casa, pero no logro verlos.

—¿Quién es tu amigo, Em? —mi vista pasa desde la castaña a una chica rubia, ella es más alta que Emma, casi de mi porte.

—Él es Ian —me presenta— compañero del trabajo —explica.

Estiro mi mano para estrecharla con la rubia, pero ella jala de mí y me da un beso en la mejilla. Asiento y bebo otro poco del trago que me acaba de servir Jake.