La música suena a mi alrededor, las llamas del fuego iluminan el lugar, las estrellas han aparecido en el cielo, yo bailo con Ian y todas las otras personas alrededor.
Doy un sorbo a mi vaso, y sigo riéndome mientras veo como Ariel hace un paso de baile muy gracioso.
La noche ha llegado, las horas han comenzado a pasar y con ella toda la culpa que sentía.
Sólo disfruto con mis amigos y con Ian, veo sus ojos y noto lo feliz que está. Esta noche somos como dos personas normales disfrutando de la compañía del otro, esta noche dejo de lado todo lo que tanto mal me hace y solo lo paso bien con Ian.
Cuando ya estamos agotados de bailar, entramos en la casa, adentro la fiesta continúa, la casa esta llena y no puedo creer la cantidad de personas que hay aquí. Ian toma mi mano y juntos caminamos hasta la cocina, él busca algo para beber, yo me quedo observando a las personas jugar.
—Los desafiamos —Martín se cruza de brazos mientras ve como las personas juegan.
—¿A qué? —pregunto.
—A jugar eso —apunta.
—¿Cuál es la lógica del juego? —pregunto, veo como ellos lanzan pelotas de ping-pong a los vasos.
—Si tu lanzas y encestas, yo debo beber del vaso, esa es la lógica —explica mientras Ian llega a mi lado.
—Eso nos dejará muy borrachos —Ian me observa mientras habla.
—Esa es otra lógica del juego —Ariel mueve las cejas llegando donde nosotros.
Lo pienso un momento, creo que ya he bebido bastante, pero al mismo tiempo quiero jugar, quiero ver que se siente esto.
—Bien —acepto, Ian me observa.
—¿Estás segura? —pregunta.
—La dama ha hablado —Martín soba sus manos, y luego aplaude— quítense todos, llegaron los reyes de este juego —Martín toma unos cuantos vasos, los rellena con cosas, me alivio un poco cuando noto que algunos tienen agua.
—Cuando quieras, nos detenemos —Ian susurra en mi oído, luego me da un beso en la mejilla para comenzar el juego.
Ariel lanza la pelotita naranja, esta cae en un vaso e Ian lo bebe, se arruga un poco por el sabor del líquido. Es turno de Ian, él lanza y le da a un vaso, Martín bebe. Luego Martín lanza la pelota, cae en un vaso y yo lo bebo.
Es amargo y quema mi garganta al bajar por ella, llega hasta mi estómago y lo calienta. Ellos aplauden y celebran cuando ven que no me ha gustado. Intento recordar que vasos tienen agua para no apuntarle a ellos, pero se me olvida por lo que solo lanzo, elevo los brazos celebrando cuando cae en un vaso que Ariel bebe.
Martín se equivoca un par de veces, al igual que yo, pero Ian con Ariel jamás fallan, ellos son como dos expertos en el juego, casi se ha convertido en una guerra nivel personal.
—Está bien, ya no quiero beber más, ustedes ganan —digo cuando ya me siento bien mareada. Ian a mi lado asiente, él bebió varios tragos que eran míos, no sé como se ve tan bien.
—Les dije que éramos los reyes del juego —ellos celebran.
Me giro moviendo la mano y camino para salir de la casa, necesito algo de aire.
—¿Te sientes bien? —Ian llega a mi lado.
—Sí, solo necesitaba aire —lo veo a los ojos.
—Pensé que te rendirías mucho antes —él pasa una mano por mi brazo.
—Si no hubieses bebido varios por mí, lo hubiese hecho —me rio un poco.
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Aby
Teen FictionGabriela miente. Aby ama. Gabriela llora. Aby ríe. Gabriela es ella, pero Aby también. *** Queda estrictamente prohibido el plagio de Aby, por favor si ven algo extraño avisar. Obra registrada bajo el código 2109149248293 ¡Todos los derechos de a...