Capitulo 4

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Al fin viernes, nada mejor que este día, en especial ahora que estoy en mi ultima clase de literatura hablando sobre la mierda que son los seres humanos. Esta noche Verónica llevaría a su misteriosa chica a cenar a casa, por mi lado ya había invitado a Jughead para fumar y comer algo.

- ¿Topaz? - Pregunto la profesora de literatura.

- ¿Qué paso? Lo siento me distraje. - Respondí y ella sonrió mientras negaba.

- Quería saber si trajiste un libro para el proyecto de lectura. - Asentí y comencé a buscar en mi mochila el libro.

- Se llama cuidado con el perro, es un libro que marco mi infancia. Se trata de un niño que tiene un perro tan diminuto que apenas se ve pero siempre se esta mandando todas. - Respondí.

- Quiero un informe de este para la próxima semana. - Asentí y guarde mi libro.

Blossom volteo a verme y luego siguió prestando atención a la clase, no se porque pero desde ese día en la estación no hizo nada malo, ni un solo comentario respecto a nada. De un día para otro fui un simple fantasma, de lo cual estoy muy agradecida. Sin embargo varios estudiantes me acosan y hacen comentarios respecto a mi cuerpo y demás que si me incomodan pero trato de ignorarlos como hice toda mi vida.

La campana sonó y decidí salir y esperar a Jughead quien iría conmigo a la casa, Verónica se iría con su novia a pasear un rato y luego vendría aquí conmigo. Y si dije novia porque al parecer lo formalizaron, tan estúpido pero me quede callada tal y como se lo prometí a Verónica, había prometido no opinar sobre su relacion ni una sola palabra.

- Hola Toni. - Jughead se acerco me saludo con un beso en la mejilla y luego sonrió.

- Hola Jug. - Salude y le tire las llaves del auto. - No quiero conducir. - Hice un puchero y acepto.

- Bien, ¿Podemos pedir helado en tu casa? - Pregunto y asentí.

El encendió el auto y comenzó a conducir para mi casa, al llegar pedimos el helado y fuimos al jardín a fumar mientras esperábamos a que llegara el repartidor. De nuevo ambos en silencio, notaba las miradas de Jughead y no me incomodaban, tampoco me ponían nerviosa pero era algo rara su mirada.

- El helado. - Dijo poniéndose de pie y sacando su billetera, sus caderas quedaron a la altura de mi cara y note un bulto en su pantalón por lo cual me pare igual.

- Yo pago, mi casa, mis reglas. - Sonreí y fui hacia la puerta para buscar los helados.

El repartidor me los entrego y luego de darle el dinero mas propina se fue, entre a la cocina busque dos cucharas y salí al jardín pero Jughead no estaba ahí. Me dieron ganas de ir al baño así que deje los helados en la mesa del jardín y entre, no iría al baño de mi cuarto así que entre al de invitados de abajo y ahí estaba Jughead masturbándose.

- ¡Mierda Toni! - Grito tapándose.

- ¿Tanto te pongo? - Pregunte riendo.

- ¿Puedes salir? ¿O quieres ayudar? - Dijo sarcástico aun tapándose.

Luego de poder opinar mentalmente sobre el pene de Jughead decidí cerrar la puerta y quedarme en el baño, abrí uno de los cajones de ahí y saque una goma para atarme el pelo, el me miro confundido y asentí entonces se descubrió dejando ver a su miembro venoso, ancho, grande y con la punta roja.

- ¿De verdad... Ahh. - Gimió cuando me la metí en la boca.

- Solo no digas nada a nadie. - Dije masturbando lo y el asintió.

Volví a meterlo en mi boca hasta la mitad, no me podía entrar mas, seguí un poco mas hasta que sentí que se iba a venir, así que lo saque de mi boca y lo masturbe hasta que se vino, el gimió y suspiro cuando termine. Se limpio y ahora era yo quien tenia ganas de probar eso.

Famosa TopazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora