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La maestra de Informática estaba dando a luz, por ende no fue a clases, significaba que tenía como hora y media libre.

Mis amigos estaban en clases, así que di una vuelta por el instituto por mi cuenta. Me puse mis auriculares, y puse una de mis cintas de cassette en reproducción, guardando el reproductor en el bolsillo de mi pantalón. Alguna canción de Wham! Sonaba.

Pasé las yemas de mis dedos por los casilleros, dirigiéndome a la cancha del instituto que estaba a las afueras. Hacia un día fresco con leves rayos de Sol, cuál estaba cubierto por algunas nubes.

Algún salón estaba con el profesor de gimnasia. Estaban corriendo alrededor de la cancha. Yo me senté en los escalones mirándolos. No venía para verlos de echo, vine para relajarme en este tiempo libre.

-¿Que mierda haces aquí?-Oi una voz de algún lugar sin saber muy bien donde. Volteé a ambos lados.-Aquí abajo.- Miré por una de las rejillas de los escalones donde vi a Tyler, un leve rayo de luz golpeaba su rostro por la misma rejilla por la cual me asomé. Observé que tenía el uniforme de gimnasia. Vi su mano, donde estaba acabándose un cigarro. Al ver mi acción lo apagó contra uno de los escalones.

Detrás de los escalones nadie lo vería.

-Tengo libre.-Respondí poniendo mis auriculares en mi cuello. -¿Tu no deberías estar corriendo?

-No. No quiero.

-Ah... bueno que haces aquí... fumando?

-Deberías dejar de observarme tanto.-Rodeó los escalones para quedar al frente a mi. Subió uno de sus pies al primer escalón y se apoyó en su rodilla. Habían como cinco escalones de distancia entre ambos.

-Yo... no, tú eres quien se aparece a donde vaya.

-¿Me sigues?-Levantó una ceja.

-Tu me sigues a mi.

-Uh-Hum.-Me miró de arriba abajo.

-¿Que hacías anoche en la cafetería?

-Trabajando, te dije, ¿No era obvio? Que bobo...

-¡Eso no! ¿Qué te pasó?

-Nada, era por fumar, déjalo...-Harto de oírme hablar, se volteó para volver a "correr" las vueltas que había puesto el entrenador.

-¡Joseph con ganas!-Exclama el entrenador del otro lado del lugar. Parecía no importarle el echo de que Tyler llevaba un rato sin aparecer. Quizá ni lo notó.

El entrenador era de esos maestros que son alcahuetas, que hacen las cosas por obligación y por querer, así que si faltaba a su clase no le importaría, o no sé daría cuenta. Que aveces era ventaja.

Me quedé unos minutos viendo al resto de personas. Luego miré el cielo recibiendo la luz, y cerré los ojos. No se cuento tiempo me quedé así cuando ya la clase de gimnasia del otro salón termino.

Vi a Tyler dirigiéndose a los vestidores, noté que se sentía incómodo con ese uniforme. Camisa blanca y pantalones deportivos azul oscuro, con dos franjas blancas a los costados.

Tocaron el timbre, y bajé los escalones con cuidado, me dirigí a la cafetería. Al cruzar la puerta, vi a Brendon y Austin en la mesa donde nos sentábamos siempre.

Brendon extendió su mano para llamar mi atención.

-¿Donde estabas?- Pregunta Austin conforme me acerco.

-La maestra de informática está apunto de tener a su bebé, así que no vino, tuve tiempo libre.-Respondí sentándome.

-Que suertudo.-Bufó Brendon. -Y pobre de ella.