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-¿Quieres comer algo?- Brendon rebotaba una pelota contra la pared para luego atajarla.

-Brendon por amor a Dios, deja eso y ayúdame con este puto ensayo que me duelen las jodidas manos de tanto escribir. ¡No has echo nada!- Y la verdad no me sorprendía.

-Ya, descansa y termino lo que falte más tarde.

-Hay que entregarlo el lunes.

-y es sábado, cálmate un poco.

Bufé.-Bien, se me hace tarde. Creo que me voy entonces.- Dejé el lápiz sobre la mesa.

-¿Ya? ¿No quieres ver alguna película?

-No gracias Bren, Jordan quiere que hagamos un maratón de películas de los sesentas, ya estoy comprometido con eso, la próxima, si?-Sonreí poniéndome la chaqueta negra encima.

-Bueno, ten cuidado camino a casa.

Estaba en casa de Brendon, y estaba a unos treinta minutos de mi casa a pie. Estábamos haciendo un ensayo para la clase de Biología, yo escribí todo, Brendon dio un par de ideas totalmente inútiles, termine haciendo la mayoría por mi cuenta.

Caminé un par de cuadras tarareando cualquier canción que me viniera a la cabeza, iba con las manos en los bolsillos de mi chaqueta negra.

Ahí me percaté que iba pasando por la cafetería donde había venido a comer un par de veces un tiempo atrás. Sí, en la que trabajaba Tyler.
No sabía si estaba en su turno, pero sin pensarlo dos veces entré.

Le di un vistazo al lugar, que estaba ocupado, una chica estaba en el mostrador, el olor a café llegó a mi nariz, al lado del mostrador habían un par de postres en una vitrina, donas, rollos de canela, panquecillos, y pan con algún tipo de relleno dulce.

-¿Se te ofrece algo?- La voz de la chica me hizo voltear a verla.

-Sí, me puedes dar un café, para tomar aquí.

No quería café estaba mintiendo, simplemente vine a ver si estaba Tyler pero no sabía cómo preguntar por él sin parecer un acosador.

-¡Señor, usted dijo que su café era sin leche!-Esa característica voz sonó en una esquina del lugar, y ahí estaba. Con su uniforme, y levantando la voz para pelear con un señor.

-A ver, no no, te dije con leche niño, claro, ¿Eres tonto?

La chica del mostrador se acercó para resolver el mal entendido.

-Le daremos su café con leche señor, la casa invita.-Dijo ella.

Tyler respiró hondo y caminó hasta el mostrador. Cuando me vio allí no reaccionó solo volvió a tomar aire.

-¿Qué me miras?- Le dije cuando me vio frente al mostrador.

-¿Que carajo haces aquí?-Mordió su labio intentando no sonreír.

-Vine a visitarte estoy esperando mi café. ¿A que hora sales?

-En veinte minutos, a las seis.

-Te esperaré.

-¿Tyler qué pasó ahí?-Reclamó la chica.

-No creo tener paciencia, podría renunciar en estos veinte minutos.-Bromeó. -El me dijo claramente que quería su puto café sin leche, seguro está tan viejo que no se acuerda.-Bufó.

-Ajá... bueno, ahora voy a llevarle uno  con leche, ya ahorita sale el de tu amigo, si?- Me dirigió la mirada. Yo asentí. Ella desapareció entrando a la cocina.

-Joshua, no tienes que, toma tu café y vete.

-Cállate. No tengo prisa. Que te parece si sigo viniendo por ti los sábados.-Bromeé.

-No trabajo todos los sábados.-Se apoyó en el mostrador con el puño en el mentón mirándome fijamente algo coqueto. -Tendrás que venir a tu suerte.

-Mi suerte es suficiente con verte en el instituto.

-Su café.-La chica nos distrajo poniendo mi café en el mostrador. Saqué un par de billetes dándoselos a Tyler. Quien con una sonrisa discreta me dio el cambio.

-Puedes irte.

-Rétame. -Dije dándole un sorbo. No me molestaba quedarme en el mostrador tomando café para hablar con él. Si venía otro cliente me movería y listo, pero no había nadie.

-¿Vas a quedarte parado en el mostrador? Siéntate.-Sugirió.

-No. Aquí te tengo de frente, y puedo hablarte. ¿Tu jefe no te llamará la atención, o si?- Dije al percatarme de eso.

-Tal vez, no me molesta meterme un poco en problemas. Le diré que eras un cliente algo necio y terco. -Sonrió molestándome.

-¿Necio y terco? Yo le diré que el niño del mostrador es un odioso.

-Que bobo eres Dun.- Tyler abrió la caja para acomodar un par de monedas sonriendo.

-El café está delicioso, eh?- Le di otro sorbo.-¿Te parece si algún día te invito a uno? Aquí mismo.

-¿Me invitas a tomar café en mi trabajo? Wow, que extraño eres.

-A ti te encanta que sea así, si no, no me hablarías, o me hubieras echo cerrar la boca hace rato. ¿No es cierto?- Tragó con fuerza, como si hubiera dado husto en clavo. Sus mejillas se pusieron de color.

-Cállate y tomate el café porque se te va a enfriar.

-Pediré otro, no tengo prisa te dije.

-Un bobo. Eso eres.

-Tyler, ¿puedes llevar esto a la mesa cuatro?-La chica apareció una vez más dándole una bandeja con un par de refrescos. Tyler aceptó obedeciendo.

Yo terminé optando por sentarme. Quedaba cada vez menos y el tiempo pasó volando cuando ya iba saliendo del café con él.

Su casa, como ya era costumbre, quedaba de camino a la mía.

-¿Dónde estabas antes de llegar al trabajo?-Me preguntó.

-Brendon, hacíamos el ensayo de Biología. Bueno, yo lo hice.-Reí.

-Ohh claro, eres de esos que dicen que no les importa el instituto pero terminan haciendo todo, no?-Bromeó.

-Si lo pones así, quizás sí.

-¿Quieres un girasol?.-Su cambio repentino de tema ya no me sorprendía era costumbre.

-¿Un girasol?-Reí.

-Sí, ayer mi hermano, trajo un par no sé de donde los sacó, dijo que le recordaron a mi y los trajo, tal vez quieras uno, así cuando lo veas pensarás en mi.

No mentía. Cada que pensaba en girasoles Tyler era la primera que invadía mi cabeza.

-Está bien.

Así fue. Cuando llegando a su casa, el entró y esperé un par de minutos afuera, cuando salió, tenía una maceta, con un pequeño girasol creciendo dentro, no era muy grande, pero era perfecto.

-Ten. -Lo entendió a mi.-Tómalo como un regalo.

-Bueno, gracias.-Lo tomé.

Me despedí de él y lo vi entrar a su casa. En el tiempo que llevaba de conocerlo, jamás había visitado su casa por dentro, y entendía porque el no quería que fuera ahí.

Puse el girasol en la ventana de mi habitación, junto a mi reproductor de música con los casetes y discos de vinilo. Le daba un poco más de color a mi habitación, además de que el sol le pegaba justo.

Era perfecto.

1 9 8 5//[tysh/joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora