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-¡Me alegra que vinieran!-Willow nos recibió con una sonrisa. -Bueno, mi casa es su casa, ya saben, hay ponche, sin alcohol por cierto, y solo diviértanse, no hagan nada ilegal... me refiero a ti Brendon.

-¡Basta!-Le empujó el hombro molestándola.

Los cuatro nos adentramos al lugar. Alguna canción de Michael Jackson sonaba de fondo. El olor a ponche y cigarros inundó mi nariz.

-¿Josh?-La voz de Debby resonó en mi cabeza.

-¡Hola!-Sonreí al verla.

-¿Quieres venir? Estamos jugando cartas.-Sonrió amable. Me volteé para preguntarle al castaño si quería venir conmigo, pero ya no estaba a mi lado. Lo perdí completo de vista.

-Claro.-Sonreí de vuelta.

Debby me llevó a una pequeña sala que había en ese lugar, dos sofas grises, con una mesa de madera en medio donde jugaban cartas, eran dos chicos. En la mesa, aparte de las cartas también había cerveza, y un cenicero para los cigarros.

-Ellos son Miles.-Señaló a un rubio.-Y él Nicolás.-Agregó señalando a un pelinegro de ojos café oscuro.

-¿Juegas?- Me miró Miles dándole una calada a un cigarro.

-No, solo vengo a ver.-Me encogí de hombros sentándome en uno de los sofás junto a Debby.

-¿Quien va ganando?-Comentó la pelirroja.

-Yo.-Respondió Nicolás orgulloso.

Sinceramente nunca entendí bien como jugar cartas, así que preferí mirar y fingir que entendía lo que hacían.

Levanté la mirada donde me topé al castaño tomando ponche junto a la mesa donde estaba dicha bebida, recostado a una pared junto a Jenna, quien también tenía algo para tomar en mano igual que él. Estaban riéndose, y ella cada tanto pasaba sus dedos por su brazo.

Mi mandíbula se tensó y apreté mis labios.

-¿Quieres ir a otro lado?-La voz de Debby me distrajo. La yema de sus dedos rozó mi rodilla.

-Iré por ponche....-Me levanté del sofá incómodo dirigiéndome a la mesa donde estaba dicha bebida.

El castaño al verme acercarme al lugar me miró de arriba abajo sin más, siguiendo hablado con la rubia.

No escuché que decían, el sonido de la música estaba más alto. Tomé un vaso, y con el cucharón me serví un poco. Frente a mi, Jenna jaló al castaño del brazo, y subieron los escalones del lugar. Respiré hondo y tomé un sorbo.

-¡Echa esto!- Miles apareció frente a mi, entregándome una botella.

-¿Qué es?-Fruncí el ceño sin tomarla.

-Alcohol. Nadie se dará cuenta, échaselo al ponche.

-No.-Dije firmemente.

-Que aguafiestas.-Rodó los ojos., rápidamente abrió la botella invirtiendo el líquido en el ponche.

-¿Qué haces? ¡Vas a embriagar a todos!

-¿Nunca has tomado acaso? Déjalo...-Con el cucharón revolvió ambos líquidos, y se sirvió en un vaso que estaba al lado.

Rodé los ojos y me fui. Caminé por el lugar, llegando al patio de atrás donde encontré la piscina de la casa.

Me senté al lado con mis piernas recogidas para no mojarme. Solo miraba el agua. Estaba muy tranquilo todo, fuera de la música que sonaba dentro.

Finalmente opté por quitarme los zapatos, y meter mis pies al agua, acomodándome al borde de la piscina.  No estoy bien seguro de cuanto tiempo me quedé ahí, quizá un par de minutos.

1 9 8 5//[tysh/joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora