Capítulo 21. Recuerdos.

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Lena.

Parecía un animalito indefenso. Su pecho subía y bajaba con normalidad lo que me hacía sentir tranquila de cierta forma. Su cabello castaño estaba despeinado sobre la almohada, yo intentaba ordenarlo un poco. Me sentía un poco culpable por su estado. Charlie era todo lo que yo quería en la vida y casi la pierdo sin llegar a conocerla del todo. Me acerqué lentamente y le di un beso suave, sus labios estaban secos y fríos. Había pasado ya dos días desde mi despertar, pero ella aún no lo hacía. Suponía que ella estaba librando su propia batalla; contra mi alma. Debía encontrar la manera de hacerla ceder y convertirla en suya. Mientras tanto no despertaría. Pero estaba segura de que con su amor lo lograría.

— Apártate de ella, maldita.— la voz de Max me golpeo en la espalda

Me levanté sigilosa pues ya me había recuperado de mi debilidad física.

— Max — dije con una voz extraña.

— Por tu culpa Charlie esta así.— Movió su mano de repente y me lanzo contra la pared, y allí me quede no tenía moral para defenderme.

Él se acercó a ella y se hundió en su lado. Le acaricio el rostro y le dio un beso en los labios entonces algo creció en mi interior; celos.

— ¡Suéltala! — grité.

— No tienes derecho a decirme nada —grito él llenó de ira — Es tu culpa. Te dije que te alejaras de ella. Te dije que olías a muerte.

No supe que responder, pero no iba a permitir que estuviera a su lado. No podía soportarlo.

—La llevaré conmigo.—informó decidido.

— No te atrevas a tocarla— le dije.

El paso sus brazos por debajo del cuerpo de Charlie entonces yo actué; moví mi mano derecha y logre alejarlo un poco, pero la magia fue muy débil.

— ¡No te la vas a llevar!— dije enojada.

— ¿Y quién me lo va a impedir, tú? Acaso no ves lo débil que estas— sus ojos estaban rojos. —No eres capaz de defenderla. Además ella es mi novia. 

— Charlotte no te ama— saque mi mejor carta.

— Pues que me lo diga ella cuando despierte.

Volvió a pasar sus brazos por debajo de su cuerpo y antes de elevarla apareció Ellisia en el medio del lugar.

— Lo siento Max, pero no puedes llevártela.—dijo serena.

— Esto no es tu asunto.

— Si es asunto de Lena es también mi asunto.— su voz fue firme.

Soltó a Charlie y se paró erguido. Intento mover su mano y  Elli fue más rápida. Max chocó en la ventana y luego cayó al piso. Se levantó aturdido e intento mover la mano. Elli hizo un movimiento como si atrapara algo en el aire y él se retorció del dolor.

— Lo siento Max. Te llevo quinientos años de ventaja.

— ¡Maldita! — gruño.

Luego de un rato Elli lo soltó, él le dedico una última mirada a Charlie, paso por el lado de Elli y salió no sin antes lanzar una amenaza.

—Me las van a pagar. Volveré por Charlotte. Se los juro.

Camine rápidamente hasta llegar al lado de Charlie y me senté a su lado. Tome su mano y la acaricie. Nadie nos separaría, no lo iba a permitir.

—¿Estás bien? — Pregunto Ellisia que se había acercado a nosotras.

— Si, Elli. Gracias. 

Encantando a CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora