Encantando a Charlie

Capitulo 24 Deseo

Charlie.

Lena se había sentado en la silla al lado de la ventana. Tenía cara de preocupación entonces no resistí un impulso y me senté en sus piernas. Ella me miro sorprendida pero no me importo, no me importaba expresarle mi amor. Y ahora estábamos frente a frente a escasos centímetros, sería una conversación muy íntima.

— Me haces sufrir.— dijo Lena.

— Lo siento.

— Te amo.

— Y yo a ti.

Ella rio divertida y luego su cara se ensombreció.

— Charlie... He hecho cosas muy malas de las cuales me arrepiento. Mis acciones del pasado han regresado para pasarme factura.

— Lo dices por lo de Sepherine.

—Sí.

— ¿Qué hiciste?—pregunte muy curiosa. Ella tomo aire y pareció buscar en su memoria.

— Hace siglos yo quería ser muy poderosa junto a Vadik, mi esposo...

— ¿Siglos? ¿Tu esposo?— la interrumpí incrédula.

— Sí, he vivido muchas vidas.

— ¿Cuántos años tienes realmente?

— 753

— ¡Oh dios mío!— grite sorprendida. Lena era literalmente una caja de sorpresas.

— Bueno... En esta vida realmente tengo 21 pero he vivido antes muchos años. Es parte de una maldición que tengo o tenia. Aun no sé si está rota.— concluyo Lena confundida

— ¿Y quién es tu esposo?—insistí

— Era.— dijo amargamente.— Un chico llamado Vadik. Se creía dueño del mundo y yo lo seguí por amor. Hicimos cosas muy malas por mucho tiempo y ahora una de esas acciones regresa para vengarse.

Se veía muy arrepentida, le dolía en el alma y yo lo sentía así que solo acaricie su cabello y su rostro.

— Si somos capaces de arrepentirnos de verdad de una mala acción merecemos una segunda oportunidad.

Lena me miró fijamente buscando consuelo y yo solo podía darle mi mejor arma. Mi única magia, mi amor. Así que la tome por los hombros y la bese. El beso fue apasionado con entrega total. Buscando y encontrando eso que nos hacía temblar; el deseo. Ella me aparto lentamente.

— Aun tengo que decirte otras cosas, amor.—dijo sin aire.

Yo asentí exaltada e hice un gran esfuerzo para controlar la respiración.

— Mañana voy a enfrentar a Sepherine. Necesito cerrar ese capítulo definitivo para siempre.

— Yo voy contigo.

— No puedes.

— ¿Por qué?

— Porque nuestras vidas están atadas ahora, si te pasa algo yo fracasare.

Aunque no era un reproche me sentí mal. Yo solo quería ayudarla. No me importaba si era una mortal estúpida. Volví asentir cabizbaja y ella tomo mi mentó y me levanto la cabeza.

— Gracias, Charlotte. Por estar conmigo.

— No tienes nada que agradecer. No me importa tu pasado, me gusta la Lena que eres ahora, en el presente.

Ella deposito un pequeño beso tierno y se separó, yo lo lamente. Quería vivir pegada a sus labios.

— También quería decirte otra cosa— dijo extrañamente nerviosa.