Ellisia.
Había dormido dos días seguidos y dos días con dolores en los huesos y no fue por otro motivo que por el extremo agotamiento que tenía. Y Sin embargo, el sueño fue inquieto, vi a Ema un par de veces con su rostro gentil y sereno. Aún recuerdo sus palabras exactas la última vez que habíamos hablado en la habitación;
— Eres muy poderosa Ema. No te rindas— dije y casi fue una súplica.
— No lo hare, Elli.— dijo sonriente mientras yo descansaba en su pecho.
— Prométeme que iremos a cenar pronto.
— Te lo prometo, Bruja sexy.— dijo divertida.
Duramos un momento en silencio. Escuchaba el latido rápido de su corazón, era un ritmo mágico. Deseaba tanto que siguiera siendo así. Ella me había contado su premonición hacía mucho tiempo cuando nos llevábamos muy mal y en ese momento solo sentí pena, ahora las cosas habían cambiado.
— Elli...—dijo insegura. — Si llegara a salir viva del enfrentamiento con Sepherine... Me gustaría que... Tú y yo intentáramos algo.
— ¿Te refieres a una relación?— pregunté asombrada.
— Sí.
— ¿Crees que Lena estará de acuerdo?
— No lo sé... Creo que será un poco raro.
Las dos reímos divertidas. Luego un miedo inexplicable me abrigó.
— No vayas.— le pedí
— Si no voy la que podría morir será Lena. Yo no podría vivir con la culpa.
Asentí con tristeza yo tampoco podría vivir con eso.
— Gato tonto. Me importas mucho.
—Y tú a mí.— dijo y beso mi frente
Regrese a la realidad dura y despiadada. Ya no tendríamos una cena. Ni un beso, ni siquiera una última mirada. Me sentía tan desolada, pero aún me quedaba una cosa por hacer. Era mi granito de arena para la felicidad de Lena. Después pensaría que hacer con mi vida.
Lena.
Había agotado todos los recursos para encontrar a Charlie, despertar a papá y recuperar mis poderes. Vadik me había ayudado en los dos días pasados. Fracasamos cruelmente en todos los intentos. Empezaba a desesperarme y a sentir miedo. Realmente Jadrako me estaba haciendo sufrir. Suponía que iba a prolongar mi dolor el mayor tiempo posible. No podía imaginar lo que estaba pasando Charlie, seguramente estaba muy asustada. Seguramente confiaba en que yo iría a rescatarla. No podía fallarte a mi amada.
Con la ayuda de Ellisia había roto el hechizo de papá que protegía el desván. Había encontrado el libro de hechizos de mamá. Era un libro de cuero raído muy antiguo. Había pertenecido a mi abuela, y luego ella lo siguió completando con sus hechizos. Mamá era una bruja inteligente y muy poderosa.
Pasaba muchas horas diarias leyendo sin descansar. Debía haber algo allí que me ayudara, estaba completamente segura. El único obstáculo era que el libro tenía unas mil páginas. Leía y leía y parecía infinito y mi esperanza y paciencia empezaban a derrumbarse, pero el recuerdo de esos ojos grises me mantenía alerta. Mi amada estaba desprotegida por mi culpa, yo la dejé sola cuando tenía que importarme su seguridad. Que egoísta podía llegar a ser. Entonces la rabia me inundo totalmente. Últimamente mis emociones estaban a flor de piel. Cualquier cosa me hacía cambiar de humor aunque intentaba no hacérselo saber a nadie.
Ya me ardía la vista y comenzaba a ver borroso cuando encontré la página. Parpadee varias veces y volví a leer hasta que las palabras tuvieron sentido. Y la esperanza revivió con fuerza.
Perdida de poderes mágicos
La magia es una fuerza interior que se hereda de generación a generación. Solo se puede tener magia cuando ambos padres la poseen. La sangre juega un papel muy importante, es el conductor más poderoso que existe. Aún se desconocen muchos secretos de la magia, sin embargo los rituales que se llevan a cabo con sangre son los más duraderos y poderoso, creando vínculos hasta por siglos sin perder fuerzas.
La pérdida de los poderes mágicos solo se debe a una opción; el bloqueo. Siendo por un objeto punzante con gran cantidad de magia el que hace un corte en el cuerpo provocando una desconexión temporal del flujo mágico entre la sangre y el ser.
Hay una sola manera segura de restablecer el flujo mágico. Tiene que hacerse por dos miembros de la misma familia que posean una fuerte conexión y por medio de las siguientes instrucciones podrán llevar a cabo el ritual.
Leí la página unas dos veces más. Yo me había quedado sin magia porque mi flujo mágico se rompió cuando Sepherine me clavo el objeto metálico en las costillas y papá también cuando le clavo la daga en el hombro. Ahora todo tenía sentido.
Toque la puerta del cuarto de Ellisia y me abrió con pereza. Su cuerpo aún no se recuperaba por completo.
— Elli encontré la solución a todos los problemas.— dije enérgicamente.—necesito tu ayuda.
— ¿cómo lo hiciste? —Preguntó sorprendida
— Mira— le tendí el pesado libro y ella leyó la página unas dos veces también.
— Eso quiere decir que...
— Si Elli voy a recuperar mis poderes.— la interrumpí alegre.— y voy a poder encontrar a Charlie.
— Es maravilloso, Lena.— dijo con real entusiasmo.— hay que preparar todo ahora mismo.
Seguimos las instrucciones al pie de la letra, hicimos unos símbolos con sal alrededor de nosotros, encendimos varías velas rojas y otras amarillas. Tenía anotado en un papel las palabras que debía pronunciar y tenía también la daga de plata en mi mano.
Papá seguía inmóvil y con la daga le hice un corte profundo en su mano la sangre salió enseguida y luego yo me hice un corte en la mano izquierda que me dolió bastante. Ellisia y Vadik observaban desde lejos y me daban valor con sus miradas. Uní mi mano con la de papá y dije las palabras.
—Encete sanguina lazos magicu incantimos. — dije la oración diez veces como decía en las instrucciones.
Entonces sentí un fuego en mi interior como nunca antes. Algo que me quemaba pero de una buena forma. Un halo de luz nos rodeó por pocos segundos y cuando desapareció sentía esa adrenalina corriendo por mis venas y supe que mi magia había regresado y más poderosa que antes. Alce mi mano y chasquee los dedos y una llama rojo incandescente se posó en mi mano con tal intensidad que me sorprendí.
— ¡vaya! — Exclamo Vadik.— eso sí que es magia.
Escuche un leve quejido y vi a papá abrir sus ojos tan azules como los míos.
— Bienvenido. —susurre y le di un beso en la frente. Él me miro confundido y sonrió.
— Hola, cariño.
— Lo siento papá, pero tengo algo que hacer.— dije apresurada y salí corriendo — Te amo.
Ya todo estaba dispuesto, simplemente faltaba mi gota de sangre en el bol de cobre. A Charlie y a mí nos unía algo más que el amor, nos unía la sangre también. Gracias a Vadik.
Hice el corte tan rápido como pude y la gota cayó con rapidez y lentitud. Estaba ansiosa. El humo blanco salió disparado y se introdujo en mi interior, sentí unas cosquillas intensas y luego salió de mi boca directo a la brújula. Las palabras aparecieron como agua en el desierto.
— Oeste.
Pude imaginar el rostro iluminado de Charlie cuando llegara a rescatarla, aunque aún había un gran obstáculo, por supuesto las cosas no serían tan fáciles como lo imaginaba. Mi magia sería puesta a prueba, Jadrako se interponía en mi camino.
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Encantando a Charlie
FantasyLena es una bruja con una maldición. Charlie es una mortal común y corriente. El destino las unirá en una historia llena de fantasía, pasión y hechizos. El pasado de lena pesa mucho, pero el amor de Charlie ¿sera suficiente?