16

235 53 40
                                    

Komori había cerrado el casillero en donde dejaba sus cosas después de entrenar cuando Sarukui dijo:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Komori había cerrado el casillero en donde dejaba sus cosas después de entrenar cuando Sarukui dijo:

—¿Quieren ir a una discoteca? Unos amigos irán y quiero acompañarlos, tengo tiempo que no los veo.

—Paso, estoy muy viejo para eso —comentó Suna sin levantar la mirada de su teléfono—. Pero la parejita te puede acompañar.

Sarukui simplemente se rio ante el comentario de Suna y Washio le dio un pellizco que hizo retorcerse un poco al de ojos verdosos.

Viernes por la noche y eran los últimos en los vestuarios.

Komori casi le lanza su bolso en la cara a Suna, pero se contuvo al ver cómo su amigo hacía una mueca de dolor cuando Washio le dio el pellizco.

—Por mí bien —informó Komori—. Tengo tiempo que no voy a una, no veo ningún problema.

—No soy de salir mucho, pueden ir ustedes si quieren —fue la respuesta de Washio.

Entre ellos se miraron y Komori trató de convencerlo con una pequeña sonrisa, pero Washio negó con la cabeza.

De alguna manera suponía que su amigo sería ese tipo de personas que no le gusta salir demasiado, no es que Komori salga todos los fines de semana, pero si es de ir a alguna fiesta o una reunión. Al fin y al cabo es bastante sociable.

Sin embargo, le incomodó un poco irse solo y dejar a Washio prácticamente plantado, pero no podía retractarse de lo que dijo. Porque sí quería ir y si decía que ya no iba Washio le iba a decir que fuera.

Y si se negaba entonces iba a contradecir la conversación que tuvo la vez que Washio estuvo en su casa.

—Bueno... —volvió a hablar Sarukui—. Ustedes decidan qué van a hacer y me dicen, los espero en 10 minutos en el estacionamiento. Si no están lo tomaré como que no quisieron y ya.

Luego de decir eso, el más joven de los cuatro salió con su bolso en mano hacia la puerta.

—¿Y tú no te vas? —indagó Washio mirando a Suna.

Su mejor amigo ni siquiera se dignó a levantar su mirada de su teléfono.

—Na, quiero escuchar su discusión.

—Eres un desgraciado —se molestó Komori.

—Lo sé.

Al escuchar eso tuvo que tomar aire. En serio, debía hacer una lista sobre sus amistades.

Luego de mirar feo a Suna y que este no le dirigiera la mirada, se le quedó viendo a Washio.

—Yo sí quiero ir, tengo tiempo que no voy.

—Está bien.

Komori mordió su labio inferior unos segundos y dijo:

—¿No te gustaría ir?

People WatchingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora