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A pesar de ser sábado por la tarde a Washio no le daban ganas de salir de su cama y realmente no salió

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A pesar de ser sábado por la tarde a Washio no le daban ganas de salir de su cama y realmente no salió. De broma para comer algo o darse un baño.

Y digamos que apenas vio quién lo estaba llamando lo ignoró hasta tres veces. De verdad que Suna Rintarou cuando es insistente en algo es insoportable.

—¿Qué? —contesta de mala gana.

—Joder ¿Acaso todos están de mal humor? —comenta Suna al escuchar su molestia.

—¿Qué quieres Suna? No estoy de buenas.

—Eh, supongo que ya sé cuál es la causa: tú y Komori terminaron.

Washio guardó silencio al escuchar lo obvio por parte de su compañero de equipo.

Hizo una mueca de disgusto. En serio, los chismes vuelvan.

—¿Y? ¿Qué pasa? Ya me doy cuenta de que el chisme no lo buscas, sino que te encuentra.

—Sí, algo por el estilo y estoy eternamente agradecido por eso —responde con sarcasmo, en otra ocasión de seguro se reiría de su comentario—. Pero... Hay algo que no entiendo.

—¿Qué más no podrías entender? Se acabó.

—Ajá ¿Y tú dejaste de querer a Komori?

La pregunta casi lo ofende.

—No, por supuesto que no. Sin embargo, ya no quiero andar... Ya sabes, pidiendo migajas por algo que nunca voy a tener.

El silencio de Suna por el otro lado de la llamada le inquietó a Washio. Piensa que terminó la llamada, pero no es así.

—Estoy confundido —comenta Suna, pero su voz muestra otro tono que no sabe identificar—. Entonces, ¿Por qué carajo tengo a Komori Motoya llorando hasta quedarse dormido diciendo que ya no lo quieres?

Oh ¿Lo que acaba de escuchar es molestia? ¿Suna Rintarou siquiera se molesta?

No solo eso, la pregunta de Suna hace que Washio se siente en su cama con sorpresa.

—¿Ah? ¿Qué acabas de decir? Dime que no es una de tus bromas porque te juro que...

—No, no es una broma —le interrumpe Suna irritado—. Komori se la pasó llorando toda la noche del viernes y comimos helado hoy; pero luego siguió llorando porque no te pudo decir que le gustas.

Cuando Suna le dice aquello, Washio se sorprendió bastante, las palabras no le salieron de la boca. De la impresión se quedó mudo.

—Hay gente idiota y luego están ustedes, par de pendejos —dice Suna todavía irritado—. Pensé que eran inteligentes, pero ya veo que cuando una persona se enamora el nivel de idiotez aumenta.

Sí, Washio también se percató de eso en sus días de preparatoria y ahora lo confirma. Todos son idiotas en el amor.

—¿Por qué no me dijo nada? —murmura todavía sorprendido Washio.

—Déjame entender esto... El idiota de aquí anda llora que llora porque ya no lo quieres ¿No es así? —no espera que responda y sigue hablando con incredulidad—... Y tú andas sufriendo porque él no te quiere.

—Bueno, ¿supongo? No sé qué decirte; estoy igual de confundido que tú.

—No me pagan lo suficiente para soportar esto, ¡Ni siquiera me pagan! —Suna soltó un suspiro—. Lo que uno hace por ser buen amigo.

—¿Tú? —intenta bromear Washio.

Vamos, escuchar a Suna Rintarou irritarse no se ve todos los días.

—¡Sí! De no serlo no te digo nada, idiota.

—Claro, pero... ¿Por qué no me dijo nada?

Un silencio pasó por el otro lado de la llamada.

—Ya sabes cómo es él, pone como prioridad los sentimientos de otros sobre los propios. Tal vez pensó que si te decía eso tú supondrías que era mentira o yo que sé —responde sin más—. Aunque esta vez insultó a su primo y a mí, fue interesante escuchar a Atsumu decir que a Kiyoomi casi se le cae la cara de la impresión.

Se escuchó una risa seca.

—¿Dónde está? ¿Puedo hablar con él?

—No. —La risa se acabó y se cambió a una gélida respuesta.

Sí, a veces se le olvida que Suna puede llegar a ser demasiado frío.

El hecho de que haya cambiado ciertas actitudes de su juventud no significa que no existen algunas que todavía perduran en su cuerpo y alma.

Suna puede llegar a intimidar cuando se lo propone, lo ha visto comportarse de una manera fría e indiferente con los reporteros, y al parecer esta vez estaba haciendo lo mismo con él.

—¿Cómo que no?

—Porque no —sigue negando Suna—. Si quieres hablar con él ven para acá; no seas cobarde.

Sí, Suna tiene sus favoritos y claramente se está viendo quién es en este momento. Aunque no es algo que le sorprenda, Washio también tiene como favorito a Komori.

—No soy cobarde, solo estoy...

—No me interesa que estés haciendo, ven para acá si te importa —le vuelve a cortar Suna—. ¿Lo quieres? Ven ¿No lo quieres? No vengas.

—Sabes que lo quiero.

—Entonces ven y díselo, necesitan aclarar esta confusión.

—Eso es chantaje ¿Lo sabías?

—Ya me conoces ¿Vas a venir o te vas a quedar en tu casa como un imbecil?

—Por primera vez en mi vida estoy agradecido de que seas un metiche de primera.

—Te veo en media hora entonces —tras decir eso Suna tranca la llamada.

Washio hizo lo que pudo para cambiarse lo más rápido posible e ir a la casa de Komori.

Washio hizo lo que pudo para cambiarse lo más rápido posible e ir a la casa de Komori

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Lo sé, es corto, pero esta vez habrá otro cap.

Y es que ya se va a acabar el libro jejeje.

Sin nada más que decir...

Nos leemos ❤️

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