Komori Motoya siempre ha sido esa persona que ha visto a los demás enamorarse, en cambio, él nunca ha sentido algo parecido como el amor.
Al menos no en serio.
Siempre ha sido ese amigo que apoya o aconseja e incluso ese con el cual llorar por tu...
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Washio Tatsuki decidió pasar su semana libre en la casa de su hermana mayor; desde hace cierto tiempo su hermana le ha dicho que tiene tiempo sin verlo o más bien se queja cada vez que se ven en Año Nuevo en la casa de sus padres que, ahora que es famoso —lo famoso que puede llegar a ser un atleta a comparación de un actor—, no tiene tiempo para ella y ni le importa su vida privada; por eso decidió aprovechar esa semana para visitarla.
A pesar de que su hermana es una maniática con el trabajo y solo se ven en la noche, es agradable hablar con ella mientras ella fuma y él escucha todas sus quejas de la vida o las anécdotas divertidas de su trabajo.
Su hermana mayor se parece a él físicamente: los mismos ojos pequeños y aquel cabello castaño oscuro, aunque a veces se dudaba de su familiaridad debido a que su hermana suele ser bastante risueña, tanto así que cuando se ríe sus ojos no se ven y Tatsuki es la seriedad en persona desde el día de su nacimiento. No es que vea mal a las personas, solo que su cara no es tan expresiva.
A pesar de todo, su hermana siempre ha sido esa clase de hermana mayor que quiere saber todo de su vida privada y siempre lo escucha atentamente si tiene algo que decir. Mientras ellos hablaban con gran sintonía, Tatsuki recibió una llamada que realmente le sorprendió.
Le pidió un momento a su hermana, a ella no le suele encantar que los interrumpan; pero aceptó porque era bastante tarde y debía dormir porque al día siguiente tenía trabajo, a diferencia de él. Solo le deseó buenas noches y se fue a su habitación.
—Hey... —saludó todavía sorprendido por la otra persona en la llamada—. Es raro que me llames y a esta hora... ¿Acabas de salir de una reunión del trabajo o estás borracha?
Su amiga se rio al otro lado de su llamada.
—Hey —respondió Yukie a su lado. Con un suspiro comenta—: Escuché de nuestros amigos que andas con Komori-san... ¿Eso es cierto?
Con aquella pregunta guardó silencio por unos segundos. No sabe a quién matar, si a Akaashi o a Bokuto, o a los dos.
¿A quién más le dijeron? De seguro a medio equipo. Eso le pasa a Washio por confiar en sus antiguos compañeros de equipo que no pueden cerrar la condenada boca.
Incluso sospecha que ningún equipo sabe guardar un secreto, al menos a ninguno se le sale frente a la prensa.
—Tatsuki, responde la pregunta —insistió su amiga al otro lado de la llamada.
—No sé quién te dijo eso —decidió decir fingiendo demencia.
Los dos guardaron silencio durante unos segundos.
—¿Y en serio te gusta? No es... Ya sabes, un pequeño crush de preparatoria, como decías antes —indagó su amiga con cierta preocupación—. En ese entonces era una noticia que le sorprendió medianamente a todos porque... Bueno ¡Sorpresa, eres un jodido desastre bisexual sin ser un jodido desastre bisexual! El otro era Bokuto y ajá, él si es un desastre. Los demás somos negros o blancos a excepción de Akaashi que es bien gay.
