Komori Motoya siempre ha sido esa persona que ha visto a los demás enamorarse, en cambio, él nunca ha sentido algo parecido como el amor.
Al menos no en serio.
Siempre ha sido ese amigo que apoya o aconseja e incluso ese con el cual llorar por tu...
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Cuando Komori regresó a su casa, la casa que tiene para él solo y donde vive, lo primero que hizo fue acostarse a dormir en su cama. Extrañaba mucho su cama.
Luego decidió llamar a Suna y preguntarle si estaba en la ciudad. Al ver que su amigo le dio una respuesta afirmativa, Komori le pidió que se vieran en algún restaurante ya que necesitaba hablar con él.
—Te voy a hacer una pregunta —apenas vio a su mejor amigo, Komori hizo esa declaración.
—Ajá —fue la respuesta de Suna que todavía seguía en su teléfono.
Un día de estos Komori va a tomar ese condenado teléfono y lo va a lanzar.
Komori está más que seguro de que va a tener que usar lentes el desgraciado por usar tanto ese aparato.
—Y quiero que seas lo más sincero posible, te lo agradecería de todo corazón.
También estaba nervioso; querer la sinceridad de Suna Rintarou es una espada de doble filo, una demasiada afilada.
Vio una leve mueca en los labios de Suna, pero este nuevamente se limitó a decir:
—Ajá.
—Lo digo en serio y no quiero que te burles.
—Ajá.
—¡Suna! —exclamó harto de la misma respuesta antipática.
Suna solo puso los ojos en blanco; pero al menos esta vez no dio una respuesta monosílaba.
—Bien, bien. Haz la pregunta de una buena vez por todas.
—¿Qué sentiste cuando te diste cuenta que estabas enamorado?
Su amigo por fin levantó su mirada de su teléfono y frunció el ceño mientras lo observaba con curiosidad.
—No te burles —pidió Komori, casi le suplica.
Suna solo parpadeó y desvió su mirada por unos segundos. Lo que más le sorprendía a Komori era que dejó de lado su teléfono.
—Calma —fue la respuesta de su amigo.
—¿Ah?
—No —se mostró pensativo Suna, todavía sin verlo a los ojos—. Tal vez paz, puede que eso... ¿Por qué? ¿Al fin te gusta Washio?
Komori solo le dio una sonrisa de medio lado y se rascó la mejilla.
Esa pregunta había rondado por su cabeza desde que Kiyoomi le había planteado que no debía separar su amistad con su romance y que incluso podían estar de la mano.
Al ver la reacción de Komori, lo único que Suna hizo fue darle una palmada en el hombro.
—Deja de ser amable.
—¿Disculpa? —se mostró casi exaltado ante tal petición.
—No te molestes antes de escuchar lo que tengo que decir. Esa amabilidad hace que Washio piense "¿Es amable porque me tiene lástima o porque realmente lo está intentando?" Lo confundes.
