Extra

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Komori sintió cómo Washio le estaba besando la nuca y pasando su mano por su cadera

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Komori sintió cómo Washio le estaba besando la nuca y pasando su mano por su cadera.

—Sobre mi cadáver lo vamos a volver a hacer —murmura Komori somnoliento—. Me duele la cadera y es de mañana, quiero dormir.

En realidad, le tiemblan un poco las piernas también, pero es como cualquier otra vez. A veces le toca a él otras a Washio, así que da igual. Lo hará pagar la próxima vez, aunque tampoco tanto ya que él no es tan brusco como el tonto de su novio.

Lo que si no le da igual es que quiera dormir y le interrumpan su sueño. Necesita dormir y le da igual si es relativamente tarde o no han comido nada desde que despertaron.

Que Washio haga la comida y él lave los platos, solo quiere seguir en la cama todo el día sin hacer nada.

No se levantaron de la cama porque no quisieron, solo estaban ellos dos ahí juntos uno al lado del otro, abrazados y ya.

—En mi defensa, no es completamente mi culpa que te duela la cadera.

—¿Ah no? ¿Cómo que no? Lo hicimos cuatro veces ayer, déjame dormir.

—Repito, no es completamente mi culpa.

Cuando escucha eso, Komori se da media vuelta. Observa a su novio con incredulidad y le muerde el hombro para que sepa lo que se siente.

Aunque Komori sabe que a él no le molesta en lo absoluto y Washio lo que hace es fastidiarlo más, él pone su cabeza sobre su pecho y le da una pequeña sonrisa.

—La tercera creo que alguien estaba sobre...

—Solo cállate y duerme conmigo. —Komori le tapa la boca, luego le da un pequeño empujón en el pecho—. O vete de la cama y déjame dormir.

Y solo para molestarlo más, Washio le muerde el cuello de tal manera que lo hace suspirar porque nuevamente lo toma de la cadera acercando sus cuerpos más de lo que ya estaban.

Eso lo tomó por sorpresa y, por ende, le saca un suspiro, lo que hace que jale su cabellera. Vuelve a darle una mirada de advertencia.

—Bien, bien. Te dejo de molestar.

Aunque no deja de abrazarlo.

Washio suele ser, o es, un poco brusco en el sexo y ni siquiera tanto cuando es el de arriba, porque a él le gusta hacerlo lento, o hasta cierto punto pasional, para que Komori le tenga que pedir que sea más rápido con sus movimientos; es más bien de que muerde mucho y le deja chupetones en muchas partes del cuerpo. En más de una ocasión ha tenido en los muslos o en la espalda baja, tanto mordidas como chupetones. No le pregunten a Komori cómo lo hace, porque ni él sabe cómo llegan ahí y a veces ni siquiera se da cuenta.

Claro, cuando lo están haciendo es divertido sentir el cosquilleo en tu piel; pero una vez que se va la neblina del placer y llega la realidad en donde eres un jugador profesional y tienes que desvestirte frente a tus compañeros es donde llega el problema.

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