Komori Motoya siempre ha sido esa persona que ha visto a los demás enamorarse, en cambio, él nunca ha sentido algo parecido como el amor.
Al menos no en serio.
Siempre ha sido ese amigo que apoya o aconseja e incluso ese con el cual llorar por tu...
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Bueno sí, Washio se declara completamente culpable de haber perdido el control una vez que intercambió besos con Komori y se quedaron en la habitación del líbero.
Tras cerrar la puerta las cosas sólo subieron de tono.
Y claro que llegaron a la cama.
Le gustó mucho —muchísimo en realidad— que Komori luchara por el domino, que a pesar de que era él quien estaba abajo con un movimiento rápido hizo que Washio quedara con la espalda en la cama.
Cuando Washio abrió los ojos con sorpresa al procesar el movimiento de su compañero, Komori se limitó a soltar una pequeña carcajada.
Parecía que estaba jugando.
¿Que si se sorprendió? Claro ¿Que si le disgustó? Por supuesto que no.
Aunque no supo si eso le molestó o lo prendió más.
Solo quiso provocarle la misma sorpresa a su compañero y por eso mismo lo tomó de la cintura causando que Komori soltara un gemido de sorpresa al sentir la cercanía de sus cuerpos.
Antes de que Komori pudiese decir algo más tomó su mentón y con eso volvió a unir sus labios con fuerza.
Por eso se dio ciertas libertades de marcar su cuerpo, especialmente para escuchar la voz de Komori soltando uno que otro gemido entrecortado cerca de su oído.
Washio dejaba chupones y mordidas por todo su cuello mientras Komori pasaba su mano por su espalda y a veces jalaba de su cabello solo para reclamar un beso o para acercar sus cuerpos todavía más.
Así estuvieron un buen y largo rato, entre besos y caricias bastante exigentes y específicas.
Hasta que llegó un momento en donde quedó sin aliento y con Komori en su regazo luciendo igual que él.
Ni sabe cómo llegaron a esa posición, ya han intentado varias y solo por el hecho de que a Komori le gusta moverse mucho, es bastante ágil.
Los dos tratando de buscar aire, y eso que ni siquiera han hecho dicho acto como tal.
Komori había cerrado los ojos, su pecho subía y bajaba, aparte de que tenía la mirada hacia el techo y su cabello completamente alborotado.
Washio volvió a tomarlo del mentón, pero esta vez le dio un beso en la mejilla.
Un simple y sumamente suave beso en la mejilla, después siguió más solo para molestar al otro jugador profesional hasta que escuchó a Komori quejarse tratando de alejarse, pero no se lo permitió, aprisionándolo entre sus brazos.
En cambio, lo obligó a verlo a los ojos.
—Hey... —murmuró Washio observando el rostro de Komori.
—Hey... —es lo que le responde Komori todavía recuperando el aire.
Luego de eso empezó una conversación levemente incómoda entre ellos y a pesar de las insistencias de Komori para que Washio se bañara primero no hubo forma alguna para convencerlo.
