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Ese viernes salieron temprano gracias a que en esta temporada les ha ido bastante bien y el capitán decidió llevar al equipo a comer

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Ese viernes salieron temprano gracias a que en esta temporada les ha ido bastante bien y el capitán decidió llevar al equipo a comer.

Claro, cada quien paga su comida. Según su capitán todos son unos cerdos que comen demasiado y lo van a dejar en banca rota si algún día los llega a invitar a todos.

Por eso mismo, estaban en un restaurante levemente elegante con todos su compañeros.

Y por eso mismo Komori hablaba con la mayoría, aunque lo que realmente quería hacer era estar en casa y ver alguna serie con Washio.

Se había acostumbrado bastante a las noches de películas los viernes y que Washio se quedara en su casa.

Solo estaba esperando el momento indicado para poder hablar con él, no quería que fuera algo con muchos espectadores, prefería algo más privado.

Aunque no se iba a privar de hablar con sus compañeros de equipo y disfrutar el momento.

Ya cuando fueran a su casa hablaría con Washio.

Sarukui a veces hablaba con él y en otras, solo Komori y Washio se quedaban hablando entre ellos; Suna de vez en cuando se metía en la conversación, pero usualmente se quedaba callado escuchando lo que sea que estuvieran hablando.

Para el momento en que sus compañeros, al terminar la comida, decidieron pedir algo de alcohol, Komori decidió que era momento de irse.

Tomó levemente la manga de la chaqueta de Washio y dijo:

—Hey ¿Nos podemos ir?

Washio solo lo observa un poco extrañado por su petición y se acerca a él susurrando a su oído.

—¿Seguro?

—Sí, es que quiero ir a casa —le dice con una leve sonrisa.

—Ah, está bien.

Tras eso se despidieron y Suna también aprovechó el momento para escaparse e ir a su propia casa.

El viaje del restaurante no fue muy largo, pero por alguna extraña razón Komori sentía que el ambiente había cambiado un poco.

Era más silencioso que de costumbre.

—¿Pasa algo? —pregunta él.

—No.

—¿Seguro?

—Sí, no pasa nada. No te preocupes.

A pesar de aquella respuesta, a Komori no le convencieron para nada las palabras de Washio. No siguió tocando el tema, lo hablaría en su departamento.

Komori estaba buscando las llaves de su departamento, las tenía en el bolso donde se cambiaba de ropa después de cada entrenamiento y no las encontraba. Cuando su teléfono empezó a sonar, dejó la tarea de búsqueda de llaves en manos de Washio y contestó la llamada sin ver quién era.

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