Run away

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Oh mañana los dos se arrepentirán de sus acciones, no por qué no quisieran, si no por no tener claros sus sentimientos.

Día 16

Inui se despertó sintiendo una manos en su cintura como los días anteriores, sonrió ignorando el dolor de cabeza que tenía y saco las manos del pelinegro para levantarse e ir al baño, se lavo la cara y vio una herida en su labio, curioso tocó está y empezó a recordar todo lo que había sucedido la noche anterior, recordó los labios de Kokonoi y lo suaves que eran.

Al pensar eso sacudió su cabeza intentado quitar aquellos pensamientos, también recordaba la conversación que habían tenido y como se había comportado a la hora de dormir, se puso rojo cual tomate o manzana depende de cual les guste más.

Se sentó en el inodoro y se quedó pensando, ¿Cómo le vería la cara? Había besado a su jefe sin vergüenza alguna.

Cuando escucho que tocaban la puerta se asustó pero no tardo en reconocer la voz de el pelinegro.

- Inui ¿ Estás bien? Vi que entrabas al baño pero no sales hace rato - en la voz de este se notaba preocupación haciendo que el rubio se sintiera un poco culpable.

- Sisi estoy bien, perdón - dijo para después levantarse y abrir la puerta, no tardo en ver el cuerpo y la cara del pelinegro, el cual le sonrió y le dio los buenos días, inui estaba en su mundo apreciando al otro, era bastante atractivo y tenía que admitirlo, cuando se quedó pensando en aquello se dio cuenta y sintió sus orejas calientes, igual no tardo en darle los buenos días a el otro.

- Buenos días ¿Que tal dormiste? - pregunto mientras pasaba al lado del otro para poder salir del baño, se dio cuenta que eran las seis así que salió a la cocina sabiendo que el pelinegro le iba a seguir.

- Muy bien y vos? - Kokonoi hablaba como si nada hubiera pasado, capaz lo olvido, eso fue lo que pensó Inui pero lo que no sabía era que la mente del otro solo recordaba los labios del rubio y la cintura  de este entre sus manos.

- Que bueno, yo también - dijo mientras sonreía y acomodaba todo para preparar varias tazas de café y algunas medialunas en un plato, ya con todo listo lo llevo al comedor.

- Me alegra escuchar eso - Kokonoi no paro de seguir al rubio, no sabia que hacer ya que si iba a la sala estarían todos tirados y no tenia ganas de ir a su habitación y dejar solo al otro.

Cuando ya estuvo todo listo el pelinegro siguió al ojiazul hasta la sala donde la mayoría estaba despierto menos Mikey, no les sorprendió aquello y le pidieron a Draken que lo despertara mientras ellos iban a el comedor, Kokonoi se dirigió a su habitación para pegarse una ducha y cambiarse, ya cambiado y limpio se dirigió al comedor donde escucho como unos se burlaban de otros por las marcas que tenían.

- Oh Chifuyu mira como le dejaste el cachete a Baji - dijo Mikey mientras se reía.

- Tu no puedes decir mucho, mira tu cuello - se atacaban unos a otros, Mitsuya no paso desapercibido tampoco.