Run away

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Ah, la luna estaba feliz de ver qué capaz pronto esa pareja estaría formando un lazo más fuerte del que ya tenían.

Día 33

Inui se despertó con un fuerte dolor de cabeza, iba a levantarse cuando sintió que lo agarraron más fuerte de la cintura, fue cuando se dio cuenta que Kokonoi no le quería soltar.

- Koko, me duele la cabeza y tengo que hacer el desayuno - dijo inui intentado que el otro le soltara.

-En el baño hay pastillas, ya vengo - dijo Kokonoi soltando a inui y levantándose para después salir de la habitación, el rubio confundido fue al baño y agarro busco la pastilla, de paso se mojo la cara y cepillo los dientes, por qué si, ayer cuando había llevado la ropa también llevo su cepillo de dientes.

Cuando salio del baño se sorprendió al ver cómo el pelinegro entraba a la habitación con una bandeja que tenía dos vasos de jugo de naranja y algunas tostadas.

- El jugo para que tomes con las pastillas y las tostadas para que comas algo - dijo Kokonoi sonriendo inui lo único que quería hacer era tirarse arriba del otro y no alejarse nunca.

- Muchas gracias - dijo inui, cuando vio que el otro dejaba la bandeja en la mesita de noche que tenían no tardo en acercarse a este y besarle toda la cara.

Luego de varios minutos entre besos y caricias decidieron tomar el desayuno, desayunaron como siempre e Inui se tomó la pastilla para el dolor.

Eran las seis y media entonces el pelinegro se tenía que ir, por eso ahora los dos se encontraban en la puerta despidiéndose.

- que tengas un lindo día - dijo inui luego de dejar un beso en la boca del pelinegro como hacían últimamente.

Luego de eso empezo a limpiar, cuando dejo toda la casa reluciente fue a la habitación y se tiró en la cama a acariciando al gatito el cual seguía dormido.

Se estaba quedando dormido cuando sintió que abrían la puerta, suspiro y al escuchar dos voces ya sabía quiénes eran.

- Estoy en la habitación - dijo inui y luego de unos minutos vio como dos rubios entraban a su habitación, estos se tiraron a su cama sin vergüenza alguna.

- Buenas ¿Cómo estás? - dijo Kazutora mientras que Chifuyu acariciaba el gatito.

- Bien y tu - dijo inui sintiéndose traicionado, el gatito no había dudado  en ir con el otro rubio.

- Me alegro, yo bien - Kazutora le sonrió y empezó a acariciar al gatito.

- ¿Y si vamos al centro comercial? - dijo Chifuyu el cual estaba aburrido, los otros no tardaron en aceptar entonces Chifuyu y Kazutora salieron de la habitación para que inui pudiera cambiarse.

Se puso una remera blanca con unos pantalones negro, ya listo salió de la habitación y vio a los otros dos sentados en la sala.

- Vamos - dijo inui y se acercó a la puerta, luego de salir de la casa cerraron está y empezaron a caminar hacia el centro comercial.