🔞ATENCIÓN, ESTA NOVELA ESTÁ CATALOGADA COMO MADURA. 🔞
Pensaba que mi día a día era agitado porque recorría el mundo para hacer entrevistas a los muertos, que luego publicaba en el periódico The Voice of London. Y, también, porque tenía muchos aman...
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Sir Nathan duerme en mi cama, hemos pasado toda la tarde en casa. Son las nueve de la noche, pero yo no consigo conciliar el sueño. Él descansa boca abajo y estira el brazo para sujetarme de la cadera y aprisionarme contra el cuerpo. ¡Se ve tan dulce y tan hermoso! Y huele de maravilla, la combinación de su perfume con su aroma natural me proporciona paz.
Analizo lo que me rodea. ¡Qué raro! He vuelto al hogar y me siento una extraña. Contemplo las fotos y las pinturas que penden de las paredes y las que se apoyan en los muebles, instantes eternizados junto a mis amigas del internado, al lado de lady Henrietta y de mi abuela y también con Aston.
Me faltan las personas de mi entorno, pero el coche está en mi aparcamiento privado, el belga se encargó de hacerlo traer mientras disfrutábamos de nuestras vacaciones. Lleno los pulmones con los olores familiares a esencias caras y a cremas costosas, con la fragancia de la piel de Nat y con el recuerdo de los aromas de la comida británica, con el welshrarebit o el stiltonandwalnutpie que hemos comido. Acaricio las sábanas de seda, en el mismo tono azul zafiro del Corazón de Danielle que me regaló el mafioso y que cuelga de mi cuello. Salvo frotar el collar, todas son acciones repetitivas que siempre funcionaban al regresar de mis viajes y que me devolvían a la realidad, pero no sé qué me pasa, percibo que me hallo tan fuera de sitio como un pulpo en un garaje.
¿Tendrá razón Noah? El MI6 iba a enviar a un agente para prevenirme de que me acercaba demasiado a Willem Van de Walle y él se ofreció enseguida, pese a que por unos cuantos meses no se encontraba capacitado para desarrollar funciones como agente de campo, solo de oficina. Apenas tuvimos tiempo para intercambiar palabras rápidas, no se puede decir que conversáramos.
—Se terminan tus vacaciones y debes volver a casa, Danielle. Retoma tu vida normal y olvídate de ese hombre —me previno sin dejar de ceñirme con los brazos—. Te resultará difícil al principio, se extraña el subidón de adrenalina. Además, nos acercamos excesivamente a las personas que espiamos, creamos vínculos que deben disolverse por el bien de nuestra mente. Si necesitas apoyo no tengas reparos en pedirnos ayuda, para eso estamos.
—No temas. —Lo tranquilicé y le acaricié el rostro—. El mafioso me resulta indiferente, Noah.
Me costaba soltarlo, pues en Brujas había pensado durante algunos minutos que había muerto.
—A todos nos sucede cuando pasamos una temporada de incógnito —me contradijo y negó con la cabeza—. No creo que tú seas la excepción... Debo irme, Van de Walle ha incrementado la vigilancia. Kendrick se encargará de cuidarte. Y no protestes. —Me atajó al verme la negativa grabada en el rostro—. Ahora lo necesitas con más razón que antes. Puedes decir que es tu guardaespaldas, las personas de tu condición lo tienen.
Y desapareció sin llamar la atención de nadie, justo después de ponerme al tanto del cambio de compañero. En realidad —si traducía lo que me participó—, el MI6 había escuchado todo y no creía necesario que me quedase a vivir o que me casara con el belga para continuar la misión. Habían sido testigos de los acontecimientos, tal como yo imaginaba. ¡Ni falta hacía que me lo advirtiesen! Me escabullo de los compromisos igual que la reina Elizabeth I y no me comprometería con ningún hombre, aunque me amenazaran con bombardear Gran Bretaña.