Esta es la primera oportunidad en la que entro en la sede del MI6. Me invade cierta decepción al encontrarme dentro de una sala de reuniones similar a las que hay en las grandes empresas. Después de compartir tantas películas con Anthony o de ver a Joseph Lucifer Black en acción, quizá esperaba que las paredes y el techo estuviesen tapizados de ordenadores ultramodernos, ultra-rápidos y ultra-inteligentes y que guapos androides —indistinguibles de los humanos— me dieran la bienvenida.
—¿Cómo te encuentras, Danielle? —Christopher accede a la habitación, aún no han llegado los demás.
Suelo aparecer quince o veinte minutos antes de la hora señalada para una reunión, la puntualidad en mí es casi una enfermedad. Odio que la gente llegue en punto o más tarde.
—Muy bien. —Le sonrío sin demasiado entusiasmo—. Vuelvo a la normalidad.
No me pregunta qué me sucedió durante el par de meses en los que desaparecí. Sería improcedente, pues los espías guardamos demasiados secretos. Ni siquiera manifiesta curiosidad, aunque los periódicos —The Times entre ellos— especulasen con que me secuestraron. Mientras el rumor cogía fuerza Nathan capeaba el temporal mediante un titular en el que anunciaba que se suspendía por un tiempo mi columna porque preparaba una nueva exposición. Por fortuna, surtió efecto.
—Tenemos que quedar otra vez. —Me observa seductor—. Así me muestras las novedades de Londres, hace mucho que no paso por aquí.
La mirada de Chris me indica que su invitación es bastante más amplia que ir de pubs, da la sensación de que busca que continuemos con nuestro rollo. Reconozco que fue muy placentero mientras duró, porque luego la reina de Egipto me hizo sentir culpable.
—Buena idea, ya que estás solo otra vez. —Suelto una carcajada al recordar—. El último día que pasamos juntos Cleopatra parecía tu esposa.
—Sí, desde que me fui de allí siento el vello normal y bebo litros de bebidas energizantes. —Se levanta las mangas y me muestra los brazos con tristeza—. Extraño un poco el subidón, no me cansaba nunca.
—Pues me llamas y quedamos. —No deseo perder la costumbre de ligarme a un hombre guapo, necesito aturdirme.
—¿Qué tal mañana? —inquiere enseguida—. ¿Te queda bien?
—¡Perfecto! Me telefoneas y me indicas dónde nos encontramos. —Sonrío con esfuerzo.
En honor a la verdad, no me arrastra la pasión al aceptar la cita. Pero es probable que terminemos en la cama de un costoso hotel para olvidar mis últimas experiencias. Comprendo por qué cuando era pequeña mi abuela insistía tanto en que no jugase con fuego, pues me podía quemar. Siento que el «romance» con mi mafioso casi me ha convertido en cenizas. Me descuidé, no estuve alerta.
—¿Por qué siempre me contestas que no deseas casarte conmigo si yo estoy seguro de que me quieres? —me preguntaba un par de veces al día cuando estaba con él en las islas Seychelles—. ¡Jamás te desprendes del collar que te regalé!
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La médium del periódico #1: The Voice of London (éxito Wattpad WEBTOON Studios).
Paranormal🔞ATENCIÓN, ESTA NOVELA ESTÁ CATALOGADA COMO MADURA. 🔞 Pensaba que mi día a día era agitado porque recorría el mundo para hacer entrevistas a los muertos, que luego publicaba en el periódico The Voice of London. Y, también, porque tenía muchos aman...