Cleopatra y yo sabemos que varios helicópteros esperan, preparados, para seguir al hombre que esta noche se reunirá con nosotras. El individuo constituye un enigma, pues ha desfigurado la voz con tecnología sofisticada y no sabemos su identidad. El único dato relevante con el que contamos es el punto de encuentro, la cena medieval de Ivory House, cerca de la Torre de Londres y en el muelle de St. Katherine's Dock. Como tapadera han preparado una fiesta en la que también se mezclan los turistas.
—¿Habéis entendido, chicas? —nos pregunta Anthony, muy emocionado y por enésima vez, antes de que cada una emprenda el camino por separado.
Somos detallistas y cuidamos desde dónde pedimos los taxis, pues llevan cámaras y micrófonos incorporados y no debemos cometer ni el más ligero fallo. Por desgracia, el mundo actual es el Big Brother de la novela 1984 del escritor británico —nacido en la India— George Orwell.
—¡Te hemos entendido a la perfección, papá, no seas pesado! —refunfuño, cansada de repetir siempre lo mismo.
—¡Por Osiris que sí, compañero fantasma!
Cleo aún no sale del estupor por participar como agente de campo, pero sobre todas las cosas la desconcierta el empeño de mi padre adoptivo por recrear la película Nación Secreta, de la saga Misión Imposible. Cree que somos actrices a sus órdenes y guarda para mí el papel de Ethan Hunt. Intento ser paciente, aunque hay momentos en los que sus juegos me superan.
—Estás muy guapa, nena. —Me pellizca suave la mejilla con cariño paternal.
Al hacerlo el pelo me baila dentro del moño e intenta elevarse. Me vuelvo a mirar en el espejo y cuido que hasta el último detalle del disfraz esté en su sitio. Uso un vestido idéntico al de Anne Boleyn, solo que en tono rojo Ferrari. Se supone que la cena es medieval, si bien siempre actúa como anfitrión un actor que hace de Henry VIII. Imagino que al verme allí se nos unirá el verdadero para saludarme y para recordar el partido de rugby de Qunu, lo que me servirá de tapadera porque escribiré un artículo en el que excluiré lo del espionaje y hablaré de fantasmas.
Tanto la reina como yo llevamos micrófonos inalámbricos de alta tecnología —pequeños como la cabeza de un alfiler— y que no necesitan audífonos porque «oímos» directo en la mente todo lo que sucede alrededor. Y los compañeros del MI6 y los agentes del MI5[*] nos vigilan electrónicamente. Meditar en esto mientras voy en el taxímetro, me recuerda el fin de semana con mi jefe. Podría decirse que nuestro encuentro resultó ser una cita de espías y de escuchas.
Nathan y yo pasamos el sábado y el domingo encerrados en su casa. Nos hallábamos aislados y protegidos en nuestro universo particular y gozábamos de una frecuencia de onda parecida.
Cuando estábamos recostados sobre el sofá de la sala, le pregunté:
—¿Por qué será que el sexo te lleva por algunos caminos que, usando la razón, no recorrerías?
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La médium del periódico #1: The Voice of London (éxito Wattpad WEBTOON Studios).
Paranormal🔞ATENCIÓN, ESTA NOVELA ESTÁ CATALOGADA COMO MADURA. 🔞 Pensaba que mi día a día era agitado porque recorría el mundo para hacer entrevistas a los muertos, que luego publicaba en el periódico The Voice of London. Y, también, porque tenía muchos aman...