🔞ATENCIÓN, ESTA NOVELA ESTÁ CATALOGADA COMO MADURA. 🔞
Pensaba que mi día a día era agitado porque recorría el mundo para hacer entrevistas a los muertos, que luego publicaba en el periódico The Voice of London. Y, también, porque tenía muchos aman...
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Me encuentro en la ópera con Nathan por segunda vez. ¡Qué más remedio! Mi agradecimiento es infinito. Como consuelo me he puesto un vestido rojo de la diseñadora Stella McCartney, que me sienta de maravilla. Pensar en cómo me lo quitará al hacerme el amor me hará olvidar de los chillidos histéricos de los cantantes.
¿Queréis reíros? Distraída, casi me choco con mi madre en una esquina al volver del servicio. Ella pasa de largo y tuerce la cabeza hacia el otro lado para no saludarme.
—¡Boooooooo! —le grito al oído desde atrás.
Lady Pembroke emite un pequeño quejido y acelera el paso. Está más enfadada desde el éxito de la Barbie Lady Danielle and The Ghost. Anthony, por el contrario, continúa encantado, pues elaboraron un retrato robot de él en base a las características físicas que yo describí. Parecía un modelo mientras posaba con una sonrisa de oreja a oreja y me costó bastante conseguir que se pusiera serio. Insistieron en que el juguete que acompaña al mío debía comercializarse compuesto y gentleman. Estilo mayordomo inglés, su antiguo oficio.
Si lo reflexiono, mi madre sí tiene motivos para irritarse, pues gané una fortuna con el lanzamiento y ya no pueden amenazarme con que me van a desheredar. Ya sabéis cómo somos los anglosajones con el merchandising: llenamos las estanterías del planeta entero. Y conocéis, también, cómo son de aficionados los turistas a comprar souvenirs, todos quieren volver a sus países con una Barbie médium en la maleta. En Gran Bretaña se venden autografiadas e incluyen un recopilatorio de mis artículos en The Voice of London. Gracias a esta aventura comercial mi fortuna actual triplica la de mis progenitores. No es que antes estuviese en la indigencia porque al ser la única nieta de mi abuela materna me corresponde mucho dinero.
—¿Qué tal, Dan? —me pregunta Nathan—. ¿Preparada para lo mejor?
Si se refiere a si estoy preparada para cuando nos revolquemos en su lecho o en el mío, me encuentro más que preparada porque el sexo con mi jefe siempre es increíble. Pero me temo que se refiere a este aburrimiento de ópera que me toca ver dos veces, pues con una no le alcanzó.
—Claro que sí, cielo. —Le acaricio la mejilla y me guardo las quejas.
Sé que debería sentirme atraída por esta función en especial, pues la de Tristán e Iseo —o Isolda— es una de mis leyendas medievales favoritas. Trata de un enamoramiento imposible por culpa de un filtro mágico, justo antes de que Iseo contrajese matrimonio con el tío y señor de Tristán. Un amor prohibido y un destino trágico.
—¿No son lord y lady Pembroke los que están allí? —Y Nathan señala con la cabeza.
—Sí. —Ver a mis padres me da ganas de vomitar—. Ya he saludado a mi madre y no tengo ganas de acercarme a ellos. Prefiero que estemos solos.
—Claro. —Sonríe seductor—. Tienes cara de estar pensando en el Bloody Mary.
—Por supuesto, cariño.—Vuelvo a frotarle el rostro—. Basta ver lo bien que te sienta este traje para querer un Bloody Mary al instante.
