🔞ATENCIÓN, ESTA NOVELA ESTÁ CATALOGADA COMO MADURA. 🔞
Pensaba que mi día a día era agitado porque recorría el mundo para hacer entrevistas a los muertos, que luego publicaba en el periódico The Voice of London. Y, también, porque tenía muchos aman...
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Estoy harta de caminar de la Segunda a la Tercera Avenida, de la Tercera a la Segunda y así todo el tiempo, mientras me envuelve una tenue niebla que huele a marihuana. Para peor, encima de unos tacones escarlata que más que zapatos parecen zancos.
Poneos en mi lugar. Visto una minifalda roja que apenas me cubre el trasero y que por el color hace juego con la peluca y el sujetador que llevo puestos. La única pena es que lady Pembroke no se pueda «deleitar» con mi estrambótica apariencia.
Quizá se entere porque, mientras hago este trayecto interminable de una esquina a la otra, imagino los titulares de la prensa amarillista:
かぞく / 家族LA DOBLE VIDA DE LADY DANIELLE, MÉDIUM DE DÍA, PUTA DE NOCHE かぞく / 家族:
Detenida en Sunset Park, Brooklyn, mientras ejercía la prostitución.
La policía de New York ha detenido esta noche a la conocida médium y aristócrata británica mientras desempeñaba la profesión más antigua del mundo. Al parecer no le interesaba el dinero, sino que ha sido su ninfomanía y el afán desmedido de aventuras y por llamar la atención los que han hecho que descienda a los infiernos de la noche.
Interrogada por el motivo solo ha dicho:
—¿Podéis sacarme una fotografía, así vestida, y enviársela a mi madre? ¡Gracias!
Su chulo se ha mostrado impasible. No hemos podido hacer que pronuncie ni la más ligera frase.
Al estilo de las portadas que se publicaron cuando pescaron a aquel actor con cara de niño maduro mientras la trabajadora del sexo le hacía una felación. ¡Pasaban los lustros y nadie olvidaba el divertido desliz!
«Si me pillan, tampoco voy sola a la cárcel», pienso y esbozo una sonrisa. Porque cuando se me acerca Stone para hacer algún comentario me cuesta un triunfo reprimir las carcajadas. Da igual que me haya recreado media noche al verlo disfrazado de esta guisa, ya que ni siquiera me contiene lo ansiosa que me encuentro por sacar a Nathan de las garras de los maleantes que lo retienen.
Imaginaos al espía vestido con zapatos fucsia del mismo matiz que el abrigo largo de cuero, a los que se les añaden un traje celeste muy claro y una camisa azul fuerte —sin corbata— y cientos de cadenas de plata y de medallones que le cuelgan alrededor del cuello. Encima, lleva anillos dorados en cada dedo de la mano. No se ha puesto peluca, pero no la necesita, pues nadie lo reconocería. Cuando camina el tintineo que produce se asemeja al de las vacas que van con cencerros y el sonido metálico parece decir: «¡aquí estoy yo, mírenme!» Se supone que es mi chulo, aunque lo único que ha hecho hasta el momento es espantar a la clientela multitudinaria e internacional que se me ha acercado para contratar mis servicios sexuales, la mayoría latinoamericanos. ¡Vamos! Que se comporta como un novio celoso.
