𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒚 𝒔𝒊𝒆𝒕𝒆

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♥︎ Capítulo cuarenta y siete: Secreto

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♥︎ Capítulo cuarenta y siete: Secreto. ♥︎

Miraba la foto que tenía frente a él, deseando que aquella persona no hubiera existido o que no se hubiera cruzado en su vida, arruinándola a tal punto de lograr separar a su familia. Un chico de ojos celestes, amable y adorado por su hijo, quien le brindaba todo su eterno amor y respeto. En ese momento en lo único que podía pensar era en alejarlo de su familia por siempre y quizás, solo quizás, podría mantener todo bajo su control como antes.

Se sentó sobre la cama y acarició la pierna desnuda de su hijo, quien dormía profundamente, inconsciente de lo que ocurria a su alrededor. Sabía perfectamente de las intenciones que tenía de irse de la casa y eso era lo que menos quería en ese momento, uno de ellos había logrado escaparse de sus manos, pero ese error no volvería a pasar. Le acarició el cabello, peinandolo con cuidado, acto seguido tomarle la cara con una mano y mirarlo sin ninguna expresión en el rostro. Esperar, solo debía esperar el momento indicado.

Miró la hora, seguido a ello dejó en paz a su hijo para salir y subirse a su auto. Se detuvo frente a una casa, se quedó quieto y miró la puerta, esperando ver la presencia de alguna persona. Sonrió de manera perturbadora cuando vió al chico de cabello celeste salir de la casa acompañado solamente de dos cachorros, mirando su celular sin prestarle atención a nada más.

Cuando estuvo apunto de bajarse, pudo ver como el estadounidense salía de la casa, con los otros dos cachorros restantes y abrazaba al argentino por la espalda, protegiendolo de cualquier cosa que se le cruzara. Subieron a los perros en los asientos traseros. Lo tomó de la mano y lo ayudó a subir a la camioneta, para luego subir él mientras hablaban entre ellos. Sin tardar más, se pusieron en marcha hacia la casa de los hermanos de Argentina para visitarlos.

No le había tomado mucho tiempo aprenderse los horarios del latino, aunque cada semana variaban, cosa le que complicaba saber cuando salía solo. Quizás y la única forma que tenía de meterse entre ellos era mandar a alguien en quien USA confiara tanto como para contarle cualquier cosa, desde un pequeño inconveniente, hasta un gran secreto.

 Quizás y la única forma que tenía de meterse entre ellos era mandar a alguien en quien USA confiara tanto como para contarle cualquier cosa, desde un pequeño inconveniente, hasta un gran secreto

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—¡Los perritos!— dijieron los chicos mientras agarraban a los cachorros y los abrazaban, al mismo tiempo que se hacían a un lado, permitiéndoles pasar a la casa.

♥︎ 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 ♥︎ | 𝑼𝒔𝑨𝒓𝒈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora