♥︎ Capítulo cincuenta y cuatro: Dolor. ♥︎
El peliblanco comenzó a abrir los ojos lentamente, despertando de un profundo sueño. Se movió para abrazar a su pareja y continuar durmiendo, pero para su sorpresa, el de ojos claros no se encontraba a su lado. Se sentó sobre la cama y miró a sus pies, los perritos tampoco se encontraban ahí.
El sol casi no entraba por la ventana, como si el día estuviera nublado y por lo que sentía por todo su cuerpo, también frío. De pronto escuchó el ruido de un vaso romperse, cosa que lo asustó e hizo que se levantara de la cama al instante. Comenzó a caminar por aquel pasillo que en esos momentos parecía eterno, escuchando como el ruido se oía más fuerte y constante.
Miró aquella escena con horror, sintiendo su cuerpo temblar y unas lagrimas brotar de sus ojos. Su corazón comenzó a doler al ser apuñalado con aquella espantosa imagen. Llevó una de sus manos a la boca, tratando de callar su llanto y al hacer ese gesto, sintió un dolor y ardor en sus brazos, haciendolo mirar aquel sector, viendo como sus antebrazos tenian cortaduras profundas, jadeó de dolor. Cayó de rodillas al piso y gateando se acercó hacia su esposo, quien se encontraba en el piso sobre un charco de su propia sangre, con un corte en la yugular y otros de igual gravedad por todo su cuerpo, también con marcas de rasguños y moretones. Lo abrazó con cuidado, acariciando su cabello suavemente.
Tragó sus lagrimas al escuchar que el ruido había cesado y unos pasos comenzaban a ir trás él. No pensaba moverse, quería quedarse a la par de su esposo, rogando que aún se mantuviera con vida. Su respiración se agitaba cada vez más al sentir lo pasos caminar detrás de él, cada vez más cerca, escuchando a aquel hombre murmurar. Se hamacaba lentamente, mientras cerraba sus ojos con fuerza.
Uno...
Dos...
Tres...
Saltó de la cama mientras tomaba aire, como si se hubiera metido al agua y se estuviera quedando sin oxígeno. Llevó su mano al pecho, sintiendo su corazón latír a mil por hora. Miró a su lado, viendo a su esposo dormir tranquilamente y por supuesto, los perritos estaban en sus pies. Se acercó a abrazarlo, llorando descontroladamente sobre su pecho.
Al lograr haber calmado un poco su llanto luego de varios minutos, se levantó de la cama y caminó hacia la cocina, aprovechando de paso para revisar toda la casa, fijándose de que no hubiera nadie y asegurarse de que las puertas estuvieran cerradas con llave. Tomó un vaso con agua, aún no lograba controlar su respiración del todo así que le costaba tomar el líquido. Su mano temblaba, al igual que sus labios y su mirada recorría toda la casa, al menos lo que llegaba a ver, una y otra otra vez.
Desde hace días que no lograba dormir las horas necesarias por culpa de sus pesadillas, que cada vez se volvían más brutales, más dolorosas, más reales. Ya no sabía si ese sueño era constante por las preocupaciones que lo estaban consumiendo o por algo más que aún no lograba decifrar.
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♥︎ 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑷𝒓𝒐𝒉𝒊𝒃𝒊𝒅𝒐 ♥︎ | 𝑼𝒔𝑨𝒓𝒈.
Fanfic♥︎ 𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂 𝒕𝒂𝒏 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆, 𝒕𝒂𝒏 𝒂𝒎𝒂𝒃𝒍𝒆 𝒚 𝒔𝒊𝒏𝒄𝒆𝒓𝒂. ¿𝑷𝒐𝒓 𝒒𝒖é 𝒅𝒆𝒃𝒆𝒓í𝒂 𝒐𝒄𝒖𝒍𝒕𝒂𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒑𝒐𝒓 𝒕𝒊? 𝑬𝒔𝒕𝒐𝒚 𝒅𝒊𝒔𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐 𝒂 𝒂𝒓𝒓𝒊𝒆𝒔𝒈𝒂𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎á𝒔 𝒂𝒎𝒐...