Busco Un Giro Interesante [#1]

Capítulo 11

Afrodita

«Todavía recuerdo mi niñez, como fui una niña regordeta con una hermosa sonrisa destellando felicidad a todo el mundo. Llegó un momento en el que aquella niña ya no daba felicidad o era del agrado de los demás era triste escuchar las burlas de mis compañeros de clase y ver como mi hermano mayor se metía en problemas por culpa mía»

El medico me recomendó seguir mi vida normal, bueno... no del todo. Me mando a comer un poco más, es gracioso porque hace unos años me recomendaban comer menos por mi "terrible sobrepeso" llegue a una conclusión que mi complexión voluptuosa y no delgada, sé que no tiene nada de malo, pero cuando era pequeña no entendía eso ya que la crueldad de los comentarios llegaba sin anestesia, solo sueltan el golpe desgarrador que va dejando terribles marcas al pasar los años.

Llegue a una edad en la que quería verme bien y quería que las burlas se fueran, pero por más que hacia lo normal; Comer bien, hacer ejerció, dormir bien y lo típico de mantenerte hidratado. No me funcionaba por la dismorfia corporal que tenía; viéndome al espejo constantemente y comparándome con celebridades que lo más probable es que su genética fuera así de perfecta.

Atracones de ansiedad que me hacían comer y comer sin parar y al final llegar a la culpabilidad por arruinar todo el trabajo que había hecho ejercitándome.

Mamá y papá siempre estuvieron. No juzgaron en ningún momento mi apariencia por lo contrario me apoyaban y decían que era hermosa de la manera que sea y que solo querían que fuera una chica saludable que gozara de vida...

Un día solo me canse de las burlas de sentirme tan miserable al verme al espejo por no verme con los mismos ojos con los que me veían mis padres por no ser hermosa y creer que cada comentario era una mentira.

Ya tenía trece años en donde se suponía que la plena pubertad me ayudaría en todo su esplendor, me desarrollaría mejor de lo que ya estaba que todo quedaría en su lugar.

Así fue, hice todo por ser delgada y esbelta. Un día me miraba en el espejo y no reconocía el reflejo que paso de ser desagradable a mi vista a ser pequeño y del agrado mío.

Claro era diferente y me sentía hermosa. No porque mis padres me lo dijeran si no porque ya había esos comentarios de esos alguien más.

Un año después a los 14 años paso lo que tuvo que pasar y fue la gota que derramo el vaso para ir hundiéndome poco a poco. Mi cuerpo paso por cambios drásticos de maneras simultaneas, que llegaron afectarme de grandes maneras.