Especıαles

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Tipo de narrador: omnisciente


El verano ha llegado a la ciudad. Sus temperaturas cálidas de primavera se han modificado por completo, cada día que pasa es más caluroso motivo por el cual la pelirroja ha mantenido últimamente el gran ventanal de su habitación abierto, sentir la brisa veraniega entrar a su habitación.

Las cortinas aperladas del gran ventanal se mueven de un lado al otro por la deliciosa atmósfera fresca que te adormece como a un bebé.

Un hombre con torso desnudo se adentra a la cama y pasa sus brazos alrededor de la cintura de la hermosa chica que se encuentra a sus espaldas —Oye ¿Es normal esto? —Menciona adormecida.

—¿De qué hablas Afrodita? —Hace a un lado la delicada tira de la bata para dejar un húmedo beso sobre su hombro

La pelirroja con un solo beso se estremece y se humedece internamente.

Para ella es difícil controlar sus sentimientos y sus hormonas, pero... ¿Qué puede hacer con tal sentimiento de anhelo?

Voltea para ver los ojos que tanto le gusta ver —Pues sí, vienes a mi cama todas las noches. —Se acerca más a él detallando sus labios resecos por los escases de besos.

—A dormir contigo. —La mira mal mientras se reincorpora en la cama.

—¿No tienes casa?

—De que tengo. Tengo

—¿Entonces? —Sigue cuestionando. —¿Qué haces aquí?

—¿Quieres que me valla? —enarca una ceja mientras se cruza de brazos.

—No quiero—Lo jala a ella y le da un corto beso en los labios.

La necesidad de que no se aleje y permanezca a su lado no se hace esperar.

No quiere sentirse sola y mucho menos abandonada.

Durante el cambio de estación no solo cambio el clima también la relación que se fue ¿Moldeando? ¿se hizo costumbre? ¿Se alejaron un poco? Ellos mismo no sabe que más está pasando, están envueltos con sus líos personales que muchas veces prefieren mantenerse alejados para no molestarse entre sí o salir discutiendo por cualquier estupidez.

Afrodita se posiciona de espaldas, mientras él se acomoda en la cama rodeando su cintura. —Quiero que te quedes otra semana. —Susurra para los dos.

—Descansa amor. —Le dice el chico.

Espera que la chica se quede dormida para volverse a su móvil y teclear algunas palabras en ese.

La mañana llega y la casa de los hermanos Galicia no tiene supervisión por un adulto.

Eros como Adulto responsable no tienen nada todavía. —¡Alguien está vivo en esta casa! —Gritan desde los pasillos totalmente llenos con juguetes esparcidos de la más pequeña de los tres.

—¿Millca? —Se despierta Afrodita asustada.

No tiene ni la más mínima idea de cómo entro su amiga, pero conociéndola es capaz de treparse y entrar por el jardín.

—Cariño deja de follar que tú hermana tiene hambre. —Abre la puerta de golpe y Luca brinca de la cama con el torso desnudo y la sabana cubriéndolo de la cintura para abajo.

—¡ESTA DESNUDO! —Grita Rea.

Millca intenta cubrir los ojos de Rea, pero esta embobada con el abdomen del chico de 1.80

Luca se levanta de inmediato del piso haciendo un lado las sábanas dando a la vista sus shorts que tiene como pijama. —No estoy desnudo. —Aclara para las dos.

Busco Un Giro Interesante [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora