384 Días

20 0 0
                                    

Los días pasan como un abrir y cerrar de ojos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasan como un abrir y cerrar de ojos.

Ya han pasado 384 días.



Un año y 16 días desde la última vez que la vi en aquella tina de baño atentando contra su vida, aquella pelirroja que había conocido desde muchos años atrás. Aquélla que cada que entraba a una sala, alegraba el entorno con su hermosa sonrisa y encanto espectacular.

Los fragmentos del pasado invaden mi memoria y empiezan a desplazarse cada uno de mis recuerdos.

Ella me ayudo en momentos difíciles, no sé si lo hacía por compromiso o por lastima ya que siempre subía mi autoestima y me repetía que la persona que realmente me amara estaría conmigo sin importar las circunstancias y la apariencia física.

"Todos somos hermosos, nubecita. El físico se borra, se trabaja..."



Esas fueron las palabras de aquella chica que se esfumo en un abrir, ante mis brazos la veía desfallecer...

Después del gran incidente, de que Afrodita saliera de peligro y todo...Los padres de Afrodita me prohibieron verla por algunos factores en particular.

Probablemente Afrodita ni siquiera me recuerde. En su condición lo dudo mucho...

A lo mejor todo fue un espejismo o tuvo un bloqueo.

Decidí tomarles la palabra. Alejarme para no hacerla recordar aquel trago amargo que puso su vida en una balanza sobre mis manos y el acelerador de mi auto.

Supe cosas muy vagas de ella. Por el verano contacte a Eros, su hermano mayor y un gran amigo mío.

El intento de suicidio de su hermana era un tema muy delicado y muy duro para él, según Stella.

Nadie sabía mucho de ella, solo el círculo más cercano de su propia familia que venían siendo sus padres, hermano y abuela.

Eros en un momento me contó que fue internada en una clínica psiquiatra durante todo el verano y se trasladó a otro colegio porque ya existían comentarios, vídeos, fotografías de ella en la clínica, de ella drogándose, entre otras cosas que me sorprendieron demasiado de ella.



Tocan la puerta de mi habitación.

―Estés vestido o no voy a entrar―habla mi madre del otro lado de la puerta.

―Hijo ¿Estas listo?

―Pronto madre. ―respondo a su pregunta con seriedad.

―Tú padre y yo. Nos iremos a la fiesta.

―Otra cosa, recuerda que es en el Fresneda, ya mandé la ubicación a tú auto. ―menciona mientras me ayuda acomodar el cuello de mi camisa.

Busco Un Giro Interesante [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora