Eél

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Desde el balcón Matt vio la figura de Eél moviéndose entre los árboles justos detrás de la cerca que recorría todo el terreno. Eél parecía escabullirse y arrastrarse entre la maleza de formas extrañas y escalofriantes, invitando al joven a bajar. 

— No lo soporto más. Cosito, quédate aquí y cuida que Shawn no se asome. Te daré esto para que lo engañes. Lo menos que quiero es que él venga y no me encuentre en el cuarto, pero no puedo dejar que esa lagartija entre aquí. ¿Qué es lo que lo trajo aquí?

Matt se quitó la camisa que le cubría y se la dio a Cosito dejándolo a cargo del cuarto, luego salto del segundo piso y fue tras Eél. Cosito se quedó viendo el suéter en el suelo sin saber qué hacer con él. Intentó jalarlo hasta la cama pero fue imposible, no podía tocar ningún objeto físico.

El joven corrió con velozmente por el jardín hasta llegar a la cerca. Se aseguró que nadie lo viera y de un salto la curso al otro lado.

 Se aseguró que nadie lo viera y de un salto la curso al otro lado

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No lo dudo y activo sus sentidos, Matt entró en el segundo estado. Estaba obscuro, la luz de la luna ayudaba, pero había muchas ramas y arbustos altos que impedía la vista. La pupila de sus ojos se abrió, su visión mejoró, sus oídos captaban mejor cada sonido, Matt olió las hojas, sintió la maleza moverse por el viento, el más mínimo sonido de los insectos era claro para él. 

—¿En dónde te metiste, Eél? — Se preguntó —. Justo te vi, ahora ¿dónde estás?

Con su mirada recorrió el lugar inspeccionando cada centímetro. Los árboles eran altos y parecía escuchar chirridos entre las copas de los árboles.

Lo que le pareció una liana negra comenzaba a bajar de la copa de los árboles. A duras penas se distinguía de las obscuras sombras. Matt vio que la liana se movía encima de él y aumentaba su velocidad, oscilando de aquí a allá. De golpe aumento su velocidad y se abalanzó hacia el chico. 

Matt se lanzó hacia un lado esquivándola. La liana se estrelló en el suelo con tal fuerza que dejo una hendidura profunda. En la punta de la liana se veía una filosa protuberancia blanca, casi ósea. A lo largo de la liana aparecieron más de esas protuberancias, salieron en orden gradual y tomaron una forma puntiaguda. 

— Dime niño, ¿qué me impide quitarte la vida en este momento? — Escuchó Matt entre las ramas arriba de su cabeza. La voz sostenía un tono grave y monstruoso, profundo y sombrío.

Matt soltó una leve carcajada y dijo: 

—¿Por qué no bajas y me lo dices en cara, bestia?

[...]

En la cocina los abuelos fueron interrumpidos por Shawn quien apareció de las escaleras por sorpresa. Ambos dejaron el tema a un lado y atendieron a su nieto. Shawn no menciono alguna palabra y caminó casualmente a la alacena, abrió la nevera y tomo unos refrescos en caja. Le comento a sus abuelos que ya comenzarían pronto, así que si necesitaban algo que toquen la puerta primero, luego volvió a subir las escaleras corriendo. 

Las Notas de EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora