Encuentros y Revelaciones

47 8 4
                                    


Dentro de la escuela, David y Mario subían las escaleras hacia el segundo piso, se dirigían hacia el salón de profesores con urgencia, ambos hablaban intensamente sobre algo que David vio unos momentos antes, una escena que le perturbó y preocupó.

Dentro de la escuela, David y Mario subían las escaleras hacia el segundo piso, se dirigían hacia el salón de profesores con urgencia, ambos hablaban intensamente sobre algo que David vio unos momentos antes, una escena que le perturbó y preocupó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— Te lo digo, lo vi. Dejé la bicicleta en el parqueadero y vi a Matt peleándose con Gabriel allá atrás. ¡Te lo juro, lo levantó como a 2 metros y lo lanzó a los árboles como si fuera un muñeco! ¡No te miento! — Dijo Gabriel tratando de explicarle a Mario lo mejor que podía. Le era difícil explicar tal evento, parecía darle sentido a una locura.

— Entonces me dices que Matt tiene super fuerza — dijo Mario pensativo —. Ya me imaginaba que él escondía algo. Veamos, Matt no es del tipo que haga ejercicio, así que para lanzarlo a esa altura debe tener la fuerza de un hombre adulto. Tiene sentido, después de todo él es quien se ha estado robando los elementos de la clase de Química, alguna otra habilidad debe tener. 

— ¡¿Enserio?! Exclamó David —. ¡Él nos ayudó ayer con eso! ¿Cómo sabes?

Mario se acercó a su oreja y le susurró:

— No le digas a nadie esto, he leído sobre un grupo de personas que forman una sociedad secreta que se hace llamar "Los Doce" y se cree que son super humanos y que incluso están metidos en el gobierno. Sé que son tan antiguos como los Iluminati. Te hablo despacio por si acaso nos escuchan, ellos pueden escuchar todo.

David no supo si tomarle en serio o no, todos los días Mario salía con algún invento o teoría sobre guerras, conspiraciones y más, era difícil tomarle en serio a veces pero después de lo que vio hasta podría tener razón.

— ¿Crees que Matt sea uno de esos doce? — Preguntó David interesado.

— No. En lo absoluto. Pero creo que él sabe algo sobre ellos.

— Espera, ¿Y tú como sabes eso? 

— ¿Te acuerdas de mi hermano mayor? Recuerda que él es militar, rara vez viene a casa y cuando lo hace aprovecho para registrarle sus cosas — Dijo Mario orgulloso de sus hazañas —. ¡Espera! ¡¿y Gabriel?! 

—! Ese es el problema! — Exclamó David —. Vi al otro chico que siempre está con él, ¿cómo se llamaba? El moreno, en fin, lo vi acercándose y me entré. Allí fue cuando te encontré en la entrada, no sé si está bien o no. Espero que los profesores me crean.

 —  ¿Acusarás a Matt? ¿Eso no haría que lo expulsen? — Preguntó Mario.

—  ¡Es mi deber como el líder de clase! Aunque no quiero que nada le pase a Matt, pero Gabriel puede estar herido. ¡No sé qué hacer! ¡Mario, ayúdame!

Mario colocó sus manos en las mejillas del rubio, las estrujo con fuerza y sacudió su cabeza. 

— Estoy seguro de que hay algo que podremos hacer —  dijo Mario firmemente—. No avisemos a los profesores aun, primero vallamos y revisemos como está Gabriel. Si está bien, Matt se habrá salvado. ¿Confías en mí?

Las Notas de EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora