Las Notas de Ethan

Amor y Prejuicios

El ojiazul sostuvo a la pequeña criatura entre sus dedos. Miró a ambos lados por si alguien lo observaba, aún no comenzaban a salir los estudiantes tras sonar la campana así que aprovechó y con cariño colocó a Cosito en su hombro y lo escuchó atentamente. Cosito es una creación de su imaginacion volatil y siempre aparece cuando más lo necesita. 

— HIU HIU —  dijo la pequeña criatura agitando sus manitos, golpeando al aire como si boxeara. Matt sonrió.

— Gracias por intentar subirme el ánimo, pero no hay mucho que tú puedas hacer, no puedes interactuar con los demás, recuérdalo. Aunque si, yo creo que tú hubieses podido contra todos ellos. ¡Tu solito! Aunque habia uno de ellos que era diferente, no se como decirlo pero se notaba que era fuerte, sentí que era peligroso... Mejor ni me preocupo por eso, jamas sospecharan de mi. 

— HIU HIFF — Exclamó Cosito.

— ¡No me disculpare con David! 

— ¡HIU!

— No me digas que el lo hizo sin querer, todos dicen siempre lo mismo. Ellos no saben lo que se siente. Y para empeorar Gabriel sigue de sapo, me dijo que Shawn solo esta jugando conmigo y que en verdad no me quiere. Eso... no es verdad, ¿cierto?

Matt se levantó y caminó hacia el final del pasillo, unos pasos más allá se hallaba el salón de informática junto a la cafetería y el salón de artes. Se detuvo en el barandal y miró a lo lejos: Era el tercer y último piso del edificio, desde allí se podía contemplar a lo lejos los cerros y más allá la cordillera. Se sentían distantes pero en verdad estaban a la vuelta de la esquina. El Cajón es muy traicionero con su terreno, puedes recorrer un par de hectáreas de bosque espeso y toparte con un barranco árido y tras él un pueblo habitado, y más allá un río que recorre todo el pie de la cordillera. El colegio lo rodeaban árboles medianos y maleza alta que se extendían hasta perderse a la vista, podía verse la carretera si Matt se inclinaba un poco desde allí.

La mañana era fresca y el sol de las 9 brillaba bendiciendo la naturaleza. Del norte llegó una brisa fuerte levantando sus cabellos castaños. Matt cerró los ojos y se imaginó estar en su lugar preferido: Él caminaba de noche entre el bosque en la punta de las colinas y se acostó en la grama a observar el cielo estrellado. A esas horas a duras penas y puedes ver 10 metros adelante, la poca luz de los astros se pierde entre los matorrales. Lo hermoso era ver el cielo, Matt admiraba observar la maravillosa cantidad de estrellas que abrían un portal al universo y sus misterios. Él se perdía bajo el inmenso poder de la creación e imaginaba como él los planetas y galaxias giraban alrededor de él y para él. Llegaba a inspirarse y emocionarse, pensando que tal vez, solo tal vez, las palabras que había escuchado de su tutor sobre la vida después de la muerte escondían sus secretos tras el manto del universo infinito e inmortal. 

Así divagó en sus pensamientos, distrayendo su mente del hórrido recuerdo que anidó hace pocos momentos. Algunos alumnos ya empezaban a salir y conversar entre sí, aun en el pasillo ya deambulaban los mayores, los de grados superiores. Ellos veían al ojiazul y lo evitaban, no quieran acercarse. Sus murmullos llamaron la atención de Matt quien los miró como diciendo: "Recuerden quien soy".

—  HIU HIU HIFF — chilló Cosito.

— No, no les haré nada esta vez. Y si, lo sé — habló en voz baja —. Me tiene preocupado lo que me dijo Mario. Aunque a decir verdad me lo esperaba. Fue mi error. Apenas y puedo canalizar ese nivel de energía, pero esto no hubiera pasado si Éel hubiera aparecido, me dejó tirado frente a esos policías... No dormí nada anoche, ya quiero que se acabe el día rápido.

Matt observaba atento a la primera planta, el portón que conectaba al gimnasio se abrió y los jugadores salieron en fila. Ente ellos, uno en particular lo hizo suspirar, la molestia de sus ojos desapareció y se dibujó una sonrisa en su rostro. Era un chico de cabellos negros y lisos y con un lunar distintivo en su mejilla derecha, muy popular entre los de su clase y apenas un año mayor que el ojiazul. Su nombre era Shawn y era uno de los delanteros del equipo de futbol local.