Honesto

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Felo tomó la escoba de un rincón y le pidió al joven Matt acompañarle afuera. Salieron del recinto hacia la el patio exterior. La carretera estaba justo arriba de la gasolinera; había un pequeño desvíe que bajaba y retornaba pasando la tienda de víveres. Más allá, bajando la colina desde la tienda, caía un risco hasta el río y poco después se levantaba otra montaña. El sol comenzaba a bajar y pronto desaparecería entre los árboles frondosos a lo lejos. 

— ¿Podrías ayudarme a barrer las hojas de la entrada? — Preguntó Felo. Matt aceptó. Caminaba sujetado a la escoba, casi como sosteniéndose. 

— Nadie en la escuela me da miedo, al contrario, ellos me tiene miedo a mí — dijo Matt —. ¿A qué le tendría miedo entonces? 

— Cuando era joven quería que todo me saliera como yo planeaba. Y me gustaba mucho planear sin pensar a donde quería ir. Solía robar autos, irme de borrachera con mis amigos, salíamos de casa y volvíamos una semana después, era muy divertido esos tiempos. Nada nos detenía. Era joven y es normal pasar por eso. Hasta que conocí a una bella joven que me hizo aterrizar... ¿Hay alguien en tu vida que quieras?

Matt pensó en aquel chico que tanto amaba. 

— Sí, hay alguien, pero ya no sé si deba estar con él... ¡Ella! ¡Que digo! — Se corrigió sonrojado. 

— ¿Hay algo que se interpone entre los dos? — Preguntó Felo. 

— Si, otro compañero de clase — respondió —. No se detiene en hacer que nos separemos; y creo que lo logro. 

— ¿Tienes miedo de perder a esa persona?

Matt lo pensó detenidamente.

— Sí, respondió. Pero tengo más miedo de que se repita lo mismo que viví antes. Ya perdí a alguien muy importante para mí y a pesar de que quiero a esta persona, nunca estuve seguro de... Agh, no sé que estoy diciendo. No me gusta que me detengan o me limiten o tomen de mí lo que me gusta y quiero. ¿Como así que conoció a una mujer que lo hizo aterrizar? ¿A qué se refiere con eso? ¿Qué pasó con usted? 

— Ella me enseño a ser honesto conmigo mismo. Me mostró que lo que hacía era por capricho, porque deseaba llevarle la contraria a mis padres, me acuerdo. Mi madre se peleaba mucho con mi padre y yo prefería irme antes que escuchar sus gritos. Pienso que buscaba sentirme cómodo siendo yo mismo en vez de que otros me mandaran. Ella me recibió y me enseño a sanarme. Pero antes tuve que dejarle entrar. Puede que lo mismo te pasa a ti. 

—Es exactamente lo que Shawn me quería ofrecer ayer — pensó Matt tocando su pecho. 

— ¿Y fue bueno al final? —Preguntó el ojiazul —. Digo, ¿salió todo bien?

Felo lo vio un momento y luego le mostró el puesto de gasolina que estaba unos pasos de allí. Había dos grandes tribunas de gas donde los viajeros se podían detener y reabastecerse. 

— Bueno, compramos una casa, nos casamos y tuvimos un hijo. Este negocio lo cuidaba mi hijo antes. Era su primer trabajo y el dueño le brindo el cuidado de la tienda. Él nació casi 20 años atrás, mi esposa y yo lo llamamos Camilo. Lo cuidamos y le dimos todo lo que pudimos. Fuimos muy felices, yo me aquiete, busque un trabajo, y me puse a trabajar con un objetivo en mente, darle todo a ella y mi familia. Dejé el pasado atrás, y me enfoque en mi nuevo yo; más especialmente mi hijo a quien tanto ame. Cuando cumplió los 18 encontramos que era difícil que entrara a la universidad, no teníamos mucho dinero, así que ella y yo hipotecamos la casa y así pudimos pagarle a él sus primeros años. Me hubiese gustado verlo graduarse.

— ¿Por qué lo dice? — preguntó Matt.

Felo se detuvo un instante y vio lejos al atardecer.

Las Notas de EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora