Retribución

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Shawn corrió y entró en rectoría. La escena era fuerte, Gabriel cambiaba las vendas de su brazo mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos, cuando el chico entró mencionó su nombre con cierto alivio en su voz. Shawn corrió y abrazó a Matt. Gabriel bajó su mirada y apretó el puño entumeciéndolo más.

— ¿Tú quien eres, disculpa? — Preguntó Romero —. ¡Oh! Tú debes ser Shawn, entiendo tu preocupación pero permíteme un momento a solas con los dos.

— Te dije que no te metieras en problemas, me tenías preocupado — le susurró Shawn al ojiazul — Estaré afuera, te esperaré.

Sin desdén, se dirigió a la salida. El reverendo rápidamente tomó alcohol y ungüento y trató a Gabriel. Su brazo derecho tenía moretones y magulladuras desde los dedos hasta el codo, algunos de estos rojos por los golpes.

 — Le dije al rector que te trataran lo antes posible apenas supe de esto. Ya llamé a tu papá, vendrán cuanto antes. Yo me encargaré de todo, entenderás que no queremos armar un escándalo. 

— Mi papá no vendrá — interrumpió Gabriel —, yo no le importo a él y mi mamá prefiere pelear con él. Nadie vendrá. Solo terminé las vendas y me iré, por favor, no sin antes encargarme de ese monstruo. 


Afuera estaba una muchedumbre de alumnos preguntándose que había sucedido, esperando por sus acudientes a recogerlos tras la noticia que cerrarían las clases hasta próximo aviso. Entre ellos, Carlos, quien apenas vio salir a Shawn desapareció entre la multitud.

Felipe llegó corriendo y le preguntó a Shawn que había sucedido y le pidió una explicación de toda la sangre que se regaba en el suelo. Shawn no dijo ni una palabra, sino que se dirigió a su salón de clases, tomo su maletín y espero en el pasillo.

Los padres llegaban a montón por sus hijos. Los mayores, que podían irse por su cuenta, daban vueltas deambulando por el edificio, celebrando los días de pinta. Habían pasado poco más de 5 horas desde que encontraron a Gabriel en las afueras del colegio y la presión de los últimos eventos del país llevó a que la escuela diera uniforme a todos los padres que cerrarían clases como órdenes del gobernador hasta nuevo aviso.

—¿Crees que es por lo de anoche? — Preguntó Felipe.

— No lo sé y no me importa ahora — respondió Shawn malhumorado.

Entre tanto y esperaban, una chica se acerca a ambos y los saluda, era Rosa, una de sus compañeras de curso, la misma que saludó a Shawn en la mañana apenas llegó tomándolo del brazo.

— Shawn, si quieres mi papá te puede llevar en su carro hasta tu casa. Así no tienes que esperar por tus abuelos — le ofreció la joven.

— La verdad es que prefiero esperar — le respondió —. Tengo reglas de seguir.

Rosa posee un interés genuino y sentimental por Shawn, aunque dio un paso atrás cuando Matt llegó. Felipe lo sabía, incluso todo el salón y preferían no mencionarlo por respeto a ella. 

— Bueno, ¿te parece si me puedes ayudar con algo mientras? Es que me dieron una tarea y no puedo traer algo pesado del patio de atrás, ¿me ayudarías?

Felipe lanzó una mirada de sospecha sobre Shawn, y entre miradas, le pidió no aceptar. Rosa insistió. Felipe pidió ayudar en tal caso, ella aceptó de mala gana.

Entre eso y bajaban las escaleras, los padres de Felipe llegaron, lo llamaron de lejos y dándole un regaño se lo llevaron por la fuerza tomándolo por las orejas, no sin antes pidiendo disculpas a Shawn; él les había escrito a los padres la noche anterior diciéndoles que su hijo había enviado pornografía la noche anterior como venganza por lo que le había hecho.

Las Notas de EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora