Aquel sujeto misterioso en el tejado sostenía su espada como si fuera una extensión de su brazo. Matt contempló aquella arma como si de un objeto divino se tratara. La envidió. Media poco más de un metro de largo, su hoja era rectangularmente perfecta con un estiloTanto en la punta, la empuñadura también era rectangular y ergonómica a la mano. Daba la apariencia de ser pesada, aunque desde otra perspectiva se veía tan delgada como una hoja de papel. Poseía un espacio hueco entre el filo y la espalda de la hoja, el brillo plateado que tenía era hipnotizante y su filo era lo que más sobresalía, de contemplarlo sentías que podía cortarte en un instante.
Con la misma, el sujeto apuntó el filo hacia el void. Jugó haciendo pequeños movimientos en el aire, como si escribiera con la punta del arma. Al terminar de jugar con su espada, Éel sintió algo cálido bajar de su brazo, sangre comenzó a resbalar por su piel, coloco su mano en su hombro tapando la herida, halló unos cortes finos trazándose desde su pecho hasta su hombro derecho que leían: <Void>
— Acaso... ¡Lo cortó! — Pensó Matt.
La criatura movió su cola en signo de intimidación; se preparó para entrar en batalla en cualquier segundo. El sujeto le siguió el juego, sacudió su espada hacia el costado velozmente causando un tajo de aire que corto el suelo al lado del Void. La marca que dejo era fina y precisa, una mano podía caber allí.
La criatura no se inmutó, siguió viendo al sujeto al rostro sin titubear.
— Éel, ¿alguna señal? — Mencionó Matt.
El Void evito mencionar alguna palabra e hizo el primer movimiento. Empujó al chico para evitar el fuego cruzado, dio un salto llegando en un instante frente al enmascarado, el casco de moto tapaba su rostro, Éel lazó un zarpazo, el sujeto lo bloqueó con su espada, la cola ósea y puntiaguda se arremetió contra el enemigo. La potencia del látigo fue tal que atravesó el hormigón haciendo que pedazos de este comenzaran a caer. Una nube de humo cubrió los dos personajes.
— ¡Éel! — Gritó Matt.
El chico dio un salto forzoso hacia un lado evitando que los escombros le cayeran encima. Matt creyó ver una chispa entre la nueve gris. Tras calmarse la avalancha de concreto, el humo desapareció entre una ráfaga de viento, una silueta comenzaba a formarse mostrando el resultado del golpe: Junto a los bloques estaba el Void empalado al suelo con la espada brillante de aquel desconocido. El arma se incrustaba en su cuello y cruzaba por el pecho de la criatura hasta su rodilla y allí lo clavó al suelo. Éel parecía inmóvil y sin vida.
— ¡Éel! ¡Levántate! — exclamó el chico.
<No pienso que pueda, ya lo mate. En el peor de los casos tendría que matarte a ti para que él muera>
Matt escuchó esa voz viniendo detrás de su nuca, sintió que el tiempo se movió en cámara lenta, al voltear para ver de donde venía la voz, de cuclillas, reposado en el suelo, estaba el sujeto esperando que diera la vuelta.
— ¡Qué velocidad! — pensó Matt alarmado.
— Tu niño, ¿Eres de aquí? — El sujeto le dio un golpe con el dedo en la máscara —. Bonita máscara, ¿la hiciste tú? Verás, yo nunca estuve del todo de acuerdo con lo que hacen ellos con los menores, ¿sabes? Tengo un hermano menor que tiene más o menos tu edad. Mataría si alguien le hiciera algo.
Metiendo la mano en su bolsillo, Matt saco uno de los imanes que robó del laboratorio, colocándose de brinco frente a su enemigo le lanzo el imán. El mineral negro levitó un segundo y soltó un pulso en un estadillo. Una onda de energía se liberó lanzando al joven lejos, y haciéndole daño al otro. La explosión liberada rompió el suelo en un radio de 2 metros dejando un círculo perfecto. El sujeto enmascarado terminó rodando varios metros a la distancia.
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Las Notas de Ethan
General FictionEsta historia se centra en la vida de un joven llamado Matt quien perdió a su hermano menor Ethan en un incendio. Matt posee una habilidad que le permite modificar leyes naturales y busca encontrar una cura para una ley universal de todos los seres...