Memorias Perdidas - 3

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Ethan extendió su mano hacia la ventana, un gran impulso desgarró la pared del local haciéndola volar por los aires abriendo paso hacia la plaza.

— No les diré, les mostraré ¿No quieren saber que esconden esas notas? Dicen que cuando uno va a morir puede ver su vida en retrospectiva. ¡Hoy será ese día para ustedes! Ya está aquí, el Cazador.

De lejos una persona salió lanzada hasta chocar enfrente del restaurante. El cuerpo impactó violentamente contra el suelo frente a Ethan abriendo un gran agujero en el duro asfalto y levantando tierra y escombros por doquier.

— Valla golpe — Dijo Ethan — Seth, ¿qué te he dicho sobre controlar tus impulsos? ¿Puedes levantarte? 

Seth intentó enderezarse, entre toses se colocó de pie mientras sangre le brotaba de su pecho y boca.

— Es el maldito de Rafael — dijo Seth señalando a su atacante.

Del otro lado de la calle un varón rubio de mediana edad se acercaba campante, llevaba encima ropas verdes obscuros aparentando ser militares, un chaleco con muchos compartimentos y, en su mano, un fusil de alto calibre, pesada a la vista, pero la llevaba con tal ligereza que parecía de juguete. Recargó el arma con estilo y se dirigió a los presentes.

— Ethan Diamond, segundo de los Doce y Seth Mukhanov, quinto de los Doce. Es un gusto verlos una vez más. El único problema que tengo con ustedes ahora es que estaba bien tranquilo en mis vacaciones y un pajarito me contó algo desagradable y dije ¡¿Ahora qué?! 

— ¡Buenos días, Rafael! — saludó Ethan con tono jocoso — ¿No te provoca primero un café bien cargado primero? El té de aquí es muy bueno, algo caro pero bueno. ¿No? Mira, no pueden pasar dos semanas sin que pelee con alguien, hasta a mí me aburre, ¿sabes?

Ethan volteó un segundo y le hizo una seña a los meseros indicándoles que se queden abajo y escondidos, luego volvió a Seth quien aún se recuperaba.

—  D-deja- melo a mí. Ese bastardo es mío. 

— Seth, ¿dónde está el abuelo? —  Preguntó Ethan muy seriamente.

— Él está bien. Huyó.

— Trata de calmarte, si pierdes el control de nuevo me veré obligado a enfrentarte; y ustedes dos contra mí no es muy parejo que digamos. Respira hondo y concéntrate en sanar tus heridas. 

— Escuche el rumor que una de las libretas del joven Matt estaría aquí — dijo Rafael —. El Patriarca ya ordenó a los otros por ella, llegarán aquí en pocas horas; Yo me adelanté por mi cuenta. Mira, yo me retire después de lo que paso hace 3 años, y en verdad no quiero saber más sobre"esto", pero el que exista esas libretas no hace más que obligarme a volver a mi deber. Ya estoy muy viejo para estas cosas, no quiero que el viejo las tenga, tú podrás ser muy fuerte y todo pero no podrás detenerlo a él y su Void. Dame la libreta y la destruiré en este instante.

— No preguntaré como se enteraron de que estaríamos aquí, pero no debiste venir, Rafael — reclamó Ethan —. Al menos pudiste haber venido tu mismo y no uno de tus clones. Debiste quedarte con lo que Matt te ofreció aquella vez y desaparecer con tu familia.

 — Tienes agallas jovencito, no me hables de lo que debo hacer o no cuando es claro quien es el traidor aquí. No lo repetiré de nuevo, ¿dónde está la libreta? — preguntó Rafael apuntando su arma —. No regresaré con las manos vacías, tu cabeza y la de él serán suficiente para detener esta locura.

— Yo tú me calmaría —  amenazó Ethan —. Sabes que mi humor no es el mejor cuando intentan joderme —. De su mano, apareció un orbe obscuro, un aura tenebrosa se expandió en el área, un haz de luz dio forma a aquel orbe tomando la figura de una lanza. La energía que tal cosa formaba en la mano de Ethan quebraba el suelo con el movimiento.

Las Notas de EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora