Profecía

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La grabación se detuvo tras el resplandor, un chirrido apagó la pantalla dando fin a la contienda. La espectadora cerró el laptop y tomó una copa de vino de la mesa; lo bebió con afán.

— ¿Te respondió? — Preguntó Violette. 

— Si señorita —Dijo su asistente, Michael, un joven adulto de 25 años, rubio y de ojos color ámbar — Intente varias veces hasta que contestó. Vendrá en unos minutos. 

— Hubiese preferido que lo viera en vivo. La grabación bastará para que me crea. — dijo sirviéndose otra copa de licor. — Termina de filtrar los archivos del servidor de Chile, por favor, no quiero que nada se escape. Manda todo a nuestro servidor y encripta los accesos. 

El cuarto de reuniones era amplio y bien adornado, con una gran biblioteca mural. Ella se levantó y miro a través vez de la ventana los jardines del instituto. Oregón siempre ha sido un lugar hermoso para ella, adora las montañas y el clima, en especial en invierno. Observó el cielo y se distrajo con el canto de las aves. Ella no dejaba de golpear con sus uñas la copa de cristal y hablaba entre dientes sus inquietos pensamientos. 

— ¿Desea que pueda hacer algo por usted? —Dijo Michael. 

— No — respondió casi susurrando. — Esto no cambiará mis planes. Solo debo asegurarme que el Patriarca no se entere. El reporte de daños no tardará en llegar a sus manos, ese hangar equivale al 7% de nuestros bienes, él insistirá en saber que sucedió en detalles, sobre todo si Gárdian escapó. 

— Espere, ¿dice que después de eso Gárdian sigue vivo?

— ¿Gárdian? ¿Esa cosa sobrevivió a la extinción del diluvio? Esto no solo le hará cosquillas. — dijo sirviéndose una tercera copa —. Él querrá saber que sucedió, si por voz se enterase de que Mateo lo engañó y que un niño... no, que ese niño estuvo allí, el mismo se tomaría el trabajo de ir a buscarlo. Ahora, tengo mis dudas sobre lo que haría con él en este punto. 

— Entonces el niño sigue vivo... ¿Eh? ¡Señorita Violette! ¿No está bebiendo demasiado? — Preguntó Michael viéndola tomar otra copa.

Violette le lanzó una mirada fría y amenazante.

— Éel no dejará que él muera así de fácil. Para los que han leído las notas de Wards es claro lo que ese Void trame — tomando una llave pesada y extravagante del mesón, abrió un gavetero y sacó un libro añejo y envuelto en plástico, le dio vueltas a las páginas y comenzó a leer.

"Éel, el primero, hijo de Seth, hijo de Adán. Nacido de la penumbra, bajo el manto de la muerte y el engaño. Al abrir sus ojos por primera vez vio la entrada al Edén y al ángel que la custodiaba. Bajo su mirada estaba su creador sin vida, su espíritu ya había causado el velo hacia la morada eterna de los Dioses. Allí juró recuperar el cuerpo que le fue negado y restaurar su progreso eterno como un hijo del Altísimo."

— Esto lo escribió Wards muchos siglos atrás. — dijo Violette guardando el libro y sellándolo con su llave  —. Debes aprender más si quiero que sirvas a mi hermano cuando esté listo, bebe. Si siques así te irá bien. 

— G-gracias señorita Violette. — replicó sonrojado — Ehmm, señorita, yo quería preguntarle... sobre anoche...

— Lo que el chico puede hacer no me sorprende más que el hecho que siga con vida — Interrumpió ahora ella sin parar de pensar en lo ocurrido — Mira que todo se ha juntado en un mismo lugar: Nathaniel está en chile, el hijo de Cecil, Éel y Gárdian. Ese país se convertirá en un campo de guerra si algo más aparece y según pude notar, hay algo más allá. Gárdian no debía haber despertado aun si fuese enterrado vivo, a menos que alguien le fuese dado la orden. Eso solo podría significar que...

Las Notas de EthanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora