Capitulo 5

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Después de enterarme de la muerte del repartidor de pizza no puedo evitar sentirme mal. Se que no lo conocia lo suficiente, pero es increíble como la vida de una persona puede terminar en minutos. Cuando lo vi estaba bien, emanaba felicidad y juventud... Quien podría pensar que ese seria su ultimo día con vida?

Mil preguntas rondan mi mente. Me pregunto como estara su familia. Bien dicen que despedir a un ser querido es lo peor que te puede pasar, yo lo he vivido asi que puedo confirmarlo, pero no me imagino lo que sentirán los padres que pierden un hijo. ¿Y si yo hubiera muerto ese día? ¿Mamá y papá seguirian con vida? ¿Les hubiera dolido tanto como a mi perderlos? Son cosas que nunca podre saber. Quizá si yo hubiera muerto, todo seria mejor. Al menos no estaría aqui haciendome preguntas sin sentido mientras estoy en la bañera.

He perdido la nocion del tiempo, mi cuerpo esta arrugado y es hora de salir de la bañera, pero no quiero. Me da tanta paz estar en el agua caliente. Es de las pocas cosas que pueden relajarme, así que decido quedarme un poco más. Volteo hacia el mueble que esta al lado y tomo mi teléfono. Solo tengo correos del trabajo y uno que otro de ofertas en tiendas departamentales. No tengo ni un solo mensaje de texto de alguien que pudiera apreciarme. Estoy sola. Como siempre. Estoy tan acostumbrada a eso que ni siquiera me esfuerzo en salir de este agujero que yo misma cave.

Las personas siempre han necesitado de otros para poder vivir bien. La necesidad del ser humano por el contacto fisico y sentimental con otros es parte de la existencia de cada uno de nosotros desde hace miles de años. Me pregunto porque yo no tengo esa capacidad. Supongo que al vivir tantas experiencias traumáticas algo se rompió dentro de mi y eso me impide vivir una vida normal. Yo no elegi ser así. Ni siquiera me di cuenta en que momento las personas se volvieron inservibles para mi.

En el internado, solía tener dos amigas. Pero despues de la golpiza que me dio el Señor Adams deje de verlas de esa forma y se terminaron alejando por mi comportamiento apático y sombrío. No me cansaba de decirles que nadie nos queria y que nunca ibamos a ser felices. Que tonta fui. Quizá ese era mi destino, pero no el de ellas. Ojala y ahora vivan una vida feliz. Ojala tengan una familia.

Hundida en mis pensamientos, me sumerjo totalmente en el agua de la bañera aguantando la respiración, y en cuestion de segundos me empieza a faltar el oxigeno. Siempre me ha gustado hacer eso, sentir que me asfixio para despues salir del agua y tomar grandes bocanadas de aire. Martin me vio hacerlo una vez. Por eso no me sorprende que la imagen dulce que tenia de mi se esfumara. Tengo serios problemas y de verdad no se lo deseo a nadie.

Decido salir de la bañera y me envuelvo rápidamente en una toalla. Hace mucho frío. Y es como si el frio me quemara. Suena estúpido, pero aveces el frío toca incluso mis cicatrices mas internas. Me miro en el espejo y las ojeras que tengo bajo mis ojos se ven mas oscuras y marcadas que antes. Me sonrió a mi misma pero solo consigo una sonrisa a medias acompañada de lágrimas. ¿Alguna vez han visto la película de Naufrago? Pues me siento como el protagonista, totalmente sola sin nadie a mi alrededor. La unica diferencia es que en la película, el protagonista termina en una isla desierta a causa de un accidente. Yo estoy sola por decision propia. Pero no deja de ser angustiante. No es como si mañana mismo saliera a la calle y decidiera entablar una conversacion con alguien al azar para luego ser felices por siempre. Seguro pensarían que estoy loca.

Eso me deja con la duda de si de verdad estoy loca. Una vez lei que las personas que de verdad lo estan, no se dan cuenta, solo caen en la locura y para ellos eso es normal. En cambio yo, me digo a mi misma que estoy loca y en el fondo se que lo estoy. ¿Sera una buena señal? ¿Sera señal de que aun no llego a ese limite?

Ya me hacia falta un baño. He decidido lavar mi ropa y asear un poco la casa. Aun me quedan cinco dias de vacaciones y no tengo nada mas que hacer. Se que en el trabajo solo me extrañan de manera laboral. Pero al menos eso me hace sentir bien. Por lo menos se que aun soy util en algo.

Ojala Martin estuviera aquí.

Quizá debi pedirle de rodillas que no se fuera y que lo perdonaba.

Pero se que no era lo correcto. Muy en el fondo se que no lo amaba de verdad. Le tome aprecio, si. Pero no lo amaba. Me esforze en hacerlo, pero nunca paso. Creí que era algo que se daría con el tiempo, pero mas que amor, se creo un lazo de costumbre y dependencia. Solo necesitaba su compañía. Pero eso era demasiado egoista de mi parte.

Cuando lo vi besándose con su mejor amiga en aquel restaurante lo supe. El se veía feliz con ella. La miraba de una forma en la que nunca me miro a mi. Incluso su sonrisa y sus gestos eran diferentes. Y luego ella... Lo miraba como si el fuera el ser mas maravilloso del universo. Fue la peor sensacion del mundo para mi. Porque me di cuenta de que quiza Martin tampoco me amo y solo estaba conmigo para no lastimarme.

Eso fue lo que mas me dolió.

Verlos tan felices y enamorados.

Nada comparado a como nos veíamos el y yo.

Una realidad cruda y cruel.

Algo que yo nunca podre vivir.

Porque, seamos sinceros... ¿Quien en su sano juicio se enamoraría de mi?

Y lo mas importante...

Yo no podría enamorarme de nadie.

Por eso no le rogué a Martin que se quedara conmigo. Porque el merecia vivir un amor tan puro como en los cuentos de hadas.

Fue mi forma de agradecerle por haberme aguantado todo este tiempo.

Gracias Martin.

Ojala y con ella puedas formar la fanilia que tanto anhelas.

No te guardo rencor.

Perdón si te lo hice creer.

Pero no es así

Te deseo lo mejor.

El cielo esta triste ✨✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora