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Los meses pasaron volando, Jisung ya tenía tres meses de embarazo y estaban entrando en invierno pero las hormonas del omega, las cuales parecían estar locas, aparte de tenerlo tratando de saltar sobre Minho cada vez que lo cruzaba, también lo tenían muerto de calor.

El pobre alfa que ahora lucía su cabello castaño claro tenía que andar acomodando la ropa del omega, obligandolo a andar abrigado fuera de casa porque si fuera por Han andaría mostrando su creciente pancita a todo el mundo aunque hiciera -2 grados. Ésto ciertamente ocasionaba problemas en la pareja, solo pequeñas discusiones que se veían convertidas en grandes peleas por los cambios de humor del embarazado.

— Jisung, por favor, sólo ponte la bufanda.— suplicó el alfa por décima vez en el día.

— Ya les dije a todos que me hace calor, deja de insistir Minho.— dijó de mala manera el mayor acariciando su vientre. Sus pies estaban hinchados y sólo quería su maldita malteada con su pedazo de torta de chocolate y que lo dejarán de molestar por ese molesto trozo de tela.

Changbin, Chan y los dos pequeños omegas que veían la escena ya estaban un poco molestos por la actitud de Han, quien sin darse cuenta ya les había gritado o contestado groseramente. El único que seguía insistiendo era Minho pero su paciencia ya estaba en el límite.

— Jisung, te vas a enfermar y puede ser malo más en tu estado.— murmuró después de respirar profundo.

— Pero estoy bien, perfecto, radiante y hambriento.— dijó el rubio golpeando sus dedos en la mesa del bar donde se encontraban.— Y aquí no hace tanto frío, estamos bajo techo.

— Pero abren la puerta constantemente y estás justo donde da todo el aire.— suspiró ya exasperado el castaño. Yang al ver que pronto su amigo soltaría humo por las orejas le tomó la mano, acariciándola con cuidado, acercándose mientras liberaba hormonas para calmarlo.

— Niño, no toques a mi alfa y dejá de bañarlo con tu horrendo aroma.— gruñó Han, tomando con fuerza la mano del menor para alejarla de la mano de Minho con brusquedad logrando golpearlo.

— Ok, ya basta, Han Jisung. Me cansé.— Minho no notó cómo elevó a voz y empezó a liberar un aroma ácido, haciendo saltar y agachar la cabeza a su omega.— Me voy, si no quieres que te cuide no pienso estar aquí haciendo el tonto tras tuyo y permitiendo que trates mal a todos. Felix, JeongIn, ustedes van conmigo, no quiero que los sigan tratando mal.

Ambos omegas asintieron levantándose para cancelar rápidamente sus órdenes y salir corriendo detrás su amigo para tratar de calmarlo antes de que hiciera alguna locura.

— Yo-

Jisung vio a sus dos amigos, Chan apoyo su codo en la mesa colocando su cabeza en su mano soltando un suspiro cansado. Por su parte, Seo estaba con el ceño fruncido tragándose el enojo que sentía por el trató que recibió su pareja.

— Yo también me voy.— anunció cuando llego el pedido de los tres. Tomó la taza de café de un solo trago sin importarle el ardor en su garganta, dejó la plata sobre la mesa y se retiró del lugar.

— La volviste a cagar y en grande, hermano.— dijó Bang al notar la cara de desconcierto del omega.— ¿Eres consciente que él podría no volver?

—¿Changbin? Volverá, no puede vivir sin nosotros y la casa en parte es suya.— respondió encogiéndose de hombros.

— Hablo de Lee.— comentó tomando las galletas que había pedido Changbin para comerlas ofreciéndole una a su amigo.— Podría cansarse y no querer volver a estar contigo.

— Soy su omega destinado.— aseguró firme el menor aunque la duda empezará a crecer en su pecho.— El no me dejaría y menos con nuestro cachorro en camino.

— Vamos Jisung, sabes que no es así. Él podría rechazarte, romper el lazo y olvidarse de todo si quisiera hacerlo.— Chan trataba de no ser tan duro pero era difícil sabiendo que Han estaba más atontado desde su embarazo.— Y créeme, si sigues así, aunque te amé, llegará a un punto en el que no te podrá ni ver.— suspiró, viendo el ceño fruncido en confusión de su amigo.— Pero bueno, no es mi asunto. Ya te aconsejé y es todo lo que puedo hacer. Luego disculpate con Changbin, eso sí.

Siguieron desayunando y hablando de otros temas aunque mayormente Jisung se perdía en sus pensamientos.



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Chan y Jisung la habían pasado bien el resto de la mañana, dieron vueltas por el centro comercial y compraron nuevos adornos navideños. También aprovecharon para comprar los regalos de navidad aunque aún faltará para aquella fecha. Eso del medio día almorzaron y recién allí volvieron a casa.

Al entrar encontraron a Changbin tirado en el sillón viendo la televisión, el pelinegro saludó a Bang pero ignoró al omega hasta que esté se tiró encima suyo abrazándolo, con mucho cuidado para no golpearse, susurrando disculpas.

— Disculpate con JeongIn, no conmigo. A mí no me dejaste morado el brazo.— fue la respuesta del alfa antes de también abrazar el pequeño cuerpo de su amigo. Cuando Han se levantó para ir por un vaso con agua, Changbin miró a Chan preocupado para susurrarle. — Minho vino a buscar sus cosas, se llevó todo lo suyo, me dijó que no sabía cuando volvería.

Los alfas compartieron una mirada hasta que el omega volvió.

— Hey Sunggie, ¿por qué no vemos una película? Elige una.— dijó Chan sonriendole brillantemente al menor pasandole el control de la televisión para que entrará en Netflix y buscará alguna buena película que seguramente sería romántica o de comedia.

Así pasaron todo el día hasta la cena y luego hasta las tres de la mañana cuando se quedaron dormidos en el gran sofá cama que tenían en la sala. Aunque le omega despertaba cada hora para ver si su alfa había llegado a casa pero no fue así.

Esa noche Minho no volvió, ni al día siguiente.

Teacher Teach Me More, Please. ~Minsung~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora