Mirt "Amor, Dolor y Traición" Cap. 3

Capítulo 2 "Adaptándose"

Se había sentado sola en el comedor, no conocía a nadie y era muy introvertida como para acercarse a alguien y entablar una amistad, aunque al menos ahí se sentía tranquila, pues no tenía que oír los insultos de su padre.

—Hola, —Dijo una de sus compañeras acercándose a ella—.

—Hola, —Contestó algo tímida—.

—Mi nombre es Rachel, ella es Irina y ella señaló a otra—, es Claudia, —Presentó a todas las chicas que la acompañaban—.

—Mucho gusto, —Saludó con todas—, mi nombre es Becca,  —Entablaron una conversación mientras compartían el almuerzo y ella pensó erróneamente que serían amigas—.

Le habían dado un dormitorio para ella sola, lo cual le puso muy contenta, pues al fin tendría un lugar en el que refugiarse, tal vez podía sonar tonto pero extrañaba su casa y a su mamá, era la única que la quería y que la cuidaba, salió de su habitación para buscar algo que beber, por lo general su nana siempre le daba un vaso de leche antes de dormir.

—¿Va algún lado señorita Becca, —Preguntó Reth tomándola por sorpresa—.

—Sí señor director, yo quería saber si puedo ir por algo de beber a la cocina.

—¿Qué es lo que quiere exactamente?, tal vez pueda ayudarle.

—Un vaso de leche estaría bien.

—Sígame, —La guió hasta la cocina en donde se encontraba Mirt bebiendo café—.

—Buenas noches profesor Mirt, —Saludó Becca y él pronto sonrío contestando a la joven—.

—¿Tenemos leche Mirt?, —Cuestionó Reth buscando en el refrigerador—.

—Sí, en el piso del medio.

—¿La quiere tibia señorita?, —Se dirigió a Becca—.

—Sí por favor, y gracias.

—Yo lo hago Reth, —Intervino Mirt—, ve a descansar, —Dijo virtiendo la leche en una tetera para calentarla mientras Reth salía del lugar—, ten, le entregó el vaso.

—Gracias profesor Mirt.

—¿Es lo qué bebes siempre?

—Si, mi mamá me daba un vaso de leche todas las noches antes de dormir.

—¿Extrañas tu casa?

—Algo, —Respondió—, extraño a mi nana.

—El tiempo pasa rápido aquí, así que sólo  trata de disfrutar, el internado no es tan malo, ya lo verás.

—¿Trabaja hace mucho aquí?

—No, —Mintió—,  llevo poco, ¿cuántos años tienes?

—Cumplí 18 años hace dos meses.

—Mi hermana tenía esa edad cuando murió, —Recordó con nostalgia—.

—Lo siento mucho, —Se lamento—, ¿qué le pasó?

—Se suicidio, —Contestó tratando de disimular su ira—.

—¿Se suicidó?, —Lo miró sin entender—.

—No quisiera seguir hablando de esto.

—Entiendo, disculpe mi imprudencia profesor, gracias por todo y que tenga una buena noche, —Se despidió saliendo de la cocina con la mirada de Mirt siguiéndola hasta que desapareció—.

Tenía mucho odio acumulado en su pecho, tanto que dolía, pero había aprendido a convivir con él, pero él ver a la joven hacia que la espera valiera la pena, pues al fin tendría su oportunidad de venganza.

“En el Blue Night la música retumbaba por toda la estancia, en la barra del bar Ezra bebía algo de licor junto con Yannick, les gustaba frecuentar ese lugar.

—Sigues prendido esa chica, ¿verdad Yannick?

—No es de tu incumbencia, —Respondió el coreano bebiendo un trago—.

—Oye, no voy a juzgarte, soy tu amigo, si te gusta, yo puedo ayudarte.

—No puedes ayudarme.

—¿Por qué?

—Son las reglas, no podemos involucrarnos con mujeres que no sean del internado.

—Nadie tiene porque saberlo, si te gusta ve por ella.

—Lucifer nos tiene bajo prueba, no puedo, tu sabes de lo que es capaz, solo mira lo que le hizo a su hijo Alessandro.

—Alessandro traicionó a su padre, por eso le pasó lo que le pasó, se enamoró de quién no debía, todos sabíamos que esa chica era de él.

—Sí, pero él corazón no es tan fácil de dominar Ezra, al final de cuentas Alessandro también fue una víctima, y sí fue capaz de hacerle eso a su hijo, no me quiero ni imaginar lo que nos haría a nosotros, por eso es mejor no provocarlo, —Aseguró volviendo a llena su copa con vodka, él más que nadie sabía que jugarle sucio a Lucifer no era una buena idea, sobretodo porque había sido él quien lo había ayudado a deshacerse de Alessandro—.