Capítulo 26 ¿Realidad?

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Se sentía en el paraíso, así la hacía sentir él, su amado "Alessandro" que no hacía más que llenarla de amor, la hacía sentir protegida, pero sobre todo la hacía sentir segura.

Miró el anillo de compromiso que adornaba su dedo y sonrió, al fin serían felices, pensaba erróneamente, había ido con Karina a una boutique para buscar su vestido de novia "Alessandro" quería casarse lo antes posible.

-Entonces ¿Cuándo será la boda? -Preguntó Karina mientras ojeaba una revista a la espera de que las atendieran-.

-Dentro de tres meses, Alessandro quiere que nos casemos cuanto antes.

-¿No crees que es muy poco tiempo para planear una boda?

-¿Enserio estás hablándome de tiempo Karina?

-Sí.

-Pero tú te casaste más rápido que yo.

-Por eso Alessandro, no querrás perderte de la fiesta como lo hice yo.

-La fiesta es lo de menos, lo importante es que nos casemos, lo demás no importa.

-va, va, entonces lo haremos todo a tu manera.

-Señoritas, pueden pasar -Interrumpió la recepcionista llevándolas hasta los vestidores-.

Pasaron la tarde entre charlas mientras se probaba el vestido, aunque fue uno estilo sirena color perla el elegido para el que sería el mejor día de su vida.

🔥MIRT🔥

No había vuelto a estar con Rachel ni con ninguna otra mujer del internado, no quería lastimarla más, cada noche dormía a su lado y su comportamiento se había vuelto más amoroso.

-Buenas días, -Escuchó decir, pero sus labios no podían contestar, su invasión la había tomado por sorpresa y no le dio tiempo a reaccionar, se abrazó a su cuello y mordió sus labios tratando de silenciar los sollozos de placer que amenazaban con salir-, vamos nena, no te reprimas, -La animó moviéndose con más rapidez-.

-Mirt no me hagas esto, -Dijo en un sollozo-, alguien podría oírnos.

-A esta hora no hay nadie en las habitaciones, todos están desayunando, no te cohíbas más, solo déjate llevar, - Dijo poniendo su rostro contra la almohada cambiando de posición, tomándola de la cintura y hundiéndose en ella una y otra vez, deslizó su mano hasta llegar a su clítoris y la rozó desencadenando así una oleada de sollozos que la dejaron sin aliento al llegar al orgasmo-, ya esta nena, ya esta, -Repetía mientras cortos besos desfilaban por su espalda, una ducha ayudó a que ambos se relajarán y estuvieran listos para desayunar-.

-Saldré yo primero, ¿va?

-Ok, -Miró divertido Mirt dándole una cachetada en el trasero-.

-Mirt, - Lo censuró con la mirada antes de salir, fue hasta el comedor y desayunó, la mañana parecía transcurrir normal, a las dos de la tarde decidió ir hasta la biblioteca por un libro, pero una conversación en la oficina del director logró captar su atención, su padre discutía con alguien, abrió con cuidado la puerta buscando tener un espacio para observar, pero su curiosidad la llevó a enterarse de algo más y a descubrir una verdad que para nada estaba preparada.

-¿Ha venido a ver a su hija señor Dankword?-Cuestionó Mirt al padre de Becca-.

-Sí llámala.

-Creo que primero usted y yo hablaremos.

-¿Qué? ¿Me darás quejas de esa inútil?

-Sabe, es bueno saber que no me reconoce, eso hace más gratificante la venganza.

-¿Venganza? -Lo miró sin entender-.

-Veo que ya te olvidaste de mí maldito bastardo -Lo encaró dejando en blanco a Dankword-.

-¿Quien rayos eres?

-Te dije que te buscaría te jodería.

-¿Mirt? -Lo reconoció y se hecho a reír- así que el niño al fin creció

-Hijo de perra - Gritó furioso golpeándolo- abusaste de mi hermana, destruiste a mi familia y yo destruiré la tuya.

-¿Así? ¿Y cómo lo harás?

-Ya lo hice, lo hice con tu hija.

-¿Qué? ¿Te acostaste con ella? -Preguntó sin importancia-.

-Sí, y no sabes el esfuerzo que hice para estar con ella, el asco que sentí al tener que estar con alguien que lleva tu sangre.

-Esa niña idiota no es mi hija, así que lamento decepcionarte, pero lo que hagas con esa perra poco o nada me importa.

-Infeliz -Lo golpeó comenzando una pelea irracional entre los dos hombres sin percatarse que Becca escuchaba del otro lado-.

Cerró sus ojos con fuerza al escuchar las palabras que salían de los labios del hombre que tanto sentía amar y por un momento deseo que todo fuera mentira, pero eso no pasó, un nudo se formó en su garganta dejando que sus lágrimas al fin cayeran y como pudo salió de ahí, sentía que las fuerzas la abandonaban y el sentimiento de desolación no tardó en invadirla y destruirla por completo, sentía que su cuerpo temblaba como si en ese momento hiciera el más frío de los inviernos-.

- ¿Estás bien?, -La pregunta la tomó por sorpresa, era Alessandra-.

-No, -Logró responder entre torpes palabras-, ¿puedes ayudarme a llegar a mi cuarto por favor?

-Estás temblando, -La tomó del brazo-, es mejor que Reth te vea.

-No, no por favor, solo ayúdame a llegar a mi cuarto, no quiero que nadie me vea así, por favor, -Volvió a pedir-.

-Está bien, cálmate, -La llevó hasta su cuarto sin entender bien que pasaba y la vio romper en llanto, no le hizo falta ser adivina para saber que su dolor era por amor, ella lo sabía muy bien porque también se había quebrado de esa forma cuando descubrió la verdad de Alessandro-, iré por un té, ¿de acuerdo?

-Si, pero por favor no le digas a nadie que estoy aquí y mucho menos así, te lo suplico.

-No diré nada, solo trata de calmarte, -Salió dejándola sola y solo ahí pudo soltar toda su rabia y su dolor, la traición la estaba matando y amenazaba con destruirla-.

NOTA: Chicas disculpen la demora, el trabajo me tiene a full 😔

Mirt "Amor, Dolor y Traición" Cap. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora