Capítulo 13 "Ingenuidad"

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Se sentía rota, rota y desolada, no encontraba consuelo para la traición que había cometido Mirt y día tras día el dolor la carcomía, lo amaba tanto que sentía que estaba perdida sin él, cada mañana era incómodo levantarse y tener que verlo, no lo soportaba más.

Se dirigió hasta la cocina por algo de agua, eran las dos de la mañana y Becca no lograba conciliar el sueño, llevaba varias noches ya sin poder dormir bien y por estúpido que sonara extrañaba a Mirt.

—Es algo tarde para que siga despierta señorita Becca, —Escuchó decir a sus espaldas, era él, el culpable de su infierno—.

—Solo bajé por un poco de agua profesor, —Contesto de manera impersonal evitando mirarlo—.

—¿Cuánto más durará tu enojo Becca? —Preguntó cerrándole el camino al ver que intentaba irse—.

—¿Me deja pasar por favor? —Dio un paso hacia atrás tratando de marcar un espacio entre los dos—.

—¿A quién quieres engañar Becca? —Dijo acorralándola en la pared— no puedes olvidarme, me extrañas tanto como yo te extraño a ti.

—¿Me deja pasar? —Volvió a repetir tratando de contener sus lágrimas—.

—Sé el dolor que estás sintiendo —Continuó— sé que te sientes traicionada Becca —Tomó su rostro con las manos— pero también sé que tu amor por mí, es más fuerte que tu rencor, no puedes alejarte de mí aunque lo quieras.

—Mirt por favor —Pidió casi en una súplica, no se sentía bien teniéndolo cerca—.

—Somos uno Becca —Insistió— un solo cuerpo, una sola piel —Rozó sus labios y la besó—.

Cerró sus ojos tratando de olvidarse de todo lo que le había hecho, de su traición, se abrazó a su cuello y correspondió entre lágrimas a su beso, no había sabido cuanto lo necesitaba hasta que volvió a tenerlo entre sus brazos pensando erróneamente que esto era una reconciliación, cuando solo era el inicio del infierno que le esperaba por vivir.

"Otra vez estaba soñando, era algo que le pasaba con frecuencia desde, volvió a verse en aquel cuarto blanco e iluminado que tanto miedo le daba, estaba sola, pero escuchó unos pasos acercarse".

—¿Otra vez aquí Alessandra?

—¿Zigor? —Lo miró sin entender lo que pasa

—Yo no soy Zigor Alessndra, estás alucinando.

—¿Qué pasa?  —Se llevó las manos a la cabeza—.

—No más Alessndra, debes reaccionar, —La sacudió—.

—Tú te metiste en esto, debes hacerte responsable de tus actos.

—Aléjate —Lo empujó—.

—Eres tú quien lástima Alessandra, quien juega con todos y luego se victimiza, esta vez no escaparás —Aseguró acercándose a ella de forma abrupta y aunque intentó forcejear con él, una bofetada fue suficiente para desmayarla—.

Se despertó de forma abrupta entre lágrimas, estaba muy asustada, pero agradeció haber despertado de aquella pesadilla, sintió unos brazos rodearle la cintura y eso fue suficiente para que la calma volviera a su cuerpo.

—¿Otra vez has tenido pesadillas pequeña? 

—Si —Se abrazó a él, a ese hombre que la hacía sentirse protegida con su sola presencia—.

—Todo está bien pequeña —Besó su frente—.

—Lo está si estás conmigo.

—Yo siempre estaré contigo Alessandra, siempre —Aseguró sellando su promesa con un beso—.

"Había amanecido de nuevo en el internado y las alumnas se preparaban para las clases, en la habitación Irina y Claudia se vestían para bajar a desayunar, eran amigas y compartían cuarto, aunque Irina compartía algo más que una simple cotidianidad con su compañera de cuarto, hace un tiempo ya, que sus sentimientos hacía Claudia habían empezado a cambiar, era algo que no podía evitar, se sentía atraída por ella".

—¿Estás lista ya Irina? —Preguntó Claudia que apenas y empezaba a vestirse—.

—Sí, ya estoy lista.

—Espérame, no te vayas a ir si mi, ¿sí?

—No pienso irme sin ti, ven deja que te ayude, —Se acercó hasta ella y subió el cierre de su falda—, ahora esto, —Guió sus manos hasta los botones de su blusa y los abrochó, no había notado lo cerca que estaba de ella hasta que sus miradas se encontraron dando paso a un silencio que las incomodó por un momento—.

—Es tarde, es mejor ir, —Dijo Claudia marcando distancia—.

—Sí, es mejor bajar o nos regañarán, —Sonrió tratando de disimular la situación—.

La tomó de la mano como hacía siempre y se sentaron junto con Rachel que miraba con cara de pocos amigos a Becca que ahora se sentaba a desayunar con Astrid, odiaba no tenerla cerca, se le hacía más difícil saber como estaba su situación con Mirt.

—Tranquila Rachel —Molestó Irina—,aún nos tienes a nosotras —Le guiñó un ojo divertida—.

—Es una mosca muerta, la odio, debería estar aquí y no con Astrid.

—Bueno, le bajaste el ligue, tampoco puedes esperar que este feliz con lo que ha pasado y te trate de la misma forma.

—Eso verdad Rachel —Apoyó Claudia— tampoco iba a seguir siendo tu amiga luego de lo que pasó.

—Su amistad me importa una mierda, es Mirt quien me importa, y por su bien espero que se aleje de él, o tendrá que atenerse a las consecuencias, —Advirtió antes de abandonar furiosa el comedor—. 












Mirt "Amor, Dolor y Traición" Cap. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora