Capítulo 27 "Un Alma Más"

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Sentía que el cuerpo le ardía por los golpes que le había dado él que ella creía su padre, aunque lo que más la mataba era el hecho de saber de la traición de Mirt, escuchar la razón por la que la engañó para enamorarla la hizo sentirse miserable, nunca la había amado, todo se trató de una venganza en la que ella no tuvo ni voz ni voto.

Secó las lágrimas de su rostro al escuchar que Mirt se acercaba y trató de mostrarse calmada, lo vio entrar por la puerta y mil preguntas y reclamos venían a su mente, pero sus labios prefirieron silenciarlas.

-¿Cómo estás nena? -Preguntó su cruel demonio con un amargo beso-.

-Estoy bien -Respondió fingiendo una sonrisa-.

-Nena -La tomó de la mano y sentó en su regazo- ya verás que todo será mejor cuando nos vayamos de aquí -Besó su frente y aunque ella no respondió, la forma en que lo abrazo terminó por convencerlo de que aceptaba su proposición- ahora te llevaré al comedor para que cenes.

-No quiero bajar.

-¿Hoy tampoco cenarás Becca?

-No tengo hambre.

-Vamos muñeca, no puedes seguir así, llevas días sin alimentarte bien.

-Mañana bajaré, lo prometo, hoy sólo quiero descansar un poco.

-Entonces te traeré algo, no puedes dormir sin cenar.

-No mi amor -Se acercó a él y lo tomó del rostro- sólo déjame descansar ¿Sí?

-Está bien, pero mañana te quiero a primera hora en el desayuno.

-Te prometo que así será.

-Ok, voy a confiar en ti, vuelvo en un rato, -Aseguró intentando salir por la puerta-.

-Te amo Mirt, -Confesó haciendo que se detuviera abruptamente, llevaba días sin escucharle decir esa palabra que a veces y hasta se cansaba de oír, pero que hoy necesitaba escucharla con ansias-.

-Todo va a estar bien muñeca, lo prometo, -Afirmó envolviéndola en sus brazos-.

-Lo está ahora, -Sonrió con una amarga dulzura que se combinaba con la tristeza de su mirada-, mi pequeño caballero, -Susurró sobre sus labios antes de fundirse en ellos y perderse en el elixir de su veneno-.

-Volveré pronto, bajaré para no levantar sospechas -Le guiñó un ojo antes de salir y ella aprovechó para encerrarse, puso seguro en la puerta para que nadie entrara hoy acabaría con su sufrimiento-.

Llenó la bañera con agua tibia, sabía que eso ayudaría aliviar su pena más rápido, se sumergió en la bañera e hizo dos cortes verticales en cada muñeca, estos cortes serían la cura que encontró Becca para terminar con el infierno que agobiaba su vida, vida que poco a poco se extinguía en la soledad de su oscura Habitación.

-Becca, Becca, Becca. -Escuchó decir su nombre y los pasos de unos zapatos caminar entre el agua que la tina había derramado en suelo del baño, pero la sangre perdida era mucha como para que pudiera mantenerse despierta y ver quién era-.

-¿Mirt? -Cuestionó pensando erróneamente que era él-.

-No preciosa -Contestó el hombre acercándose a su rostro- tengo muchos nombres, pero Mirt no es uno de esos.

-¿Quién eres entonces?

-Yo soy a quien has decidido darle tu alma -Le acaricio el rostro- yo soy tu salvador.

-¿Lucifer? -Pronunció muerta de miedo-.

-El mismo -Le sonrió y sus ojos no tardaron en llenarse de lágrimas- tranquila bonita, no voy a lastimarte, yo solo vengo a darte esa paz que tanto buscas.

-Entonces ¿Este es el final?

-Lo es si así lo quieres tu.

-¿Puedo decidir?

-Hasta cierto punto si.

-No estoy entendiendo.

-Has cometido suicidio Becca, tu alma me pertenece, pero puedo darte un tiempo extra para que puedas vengarte de quién quieras.

-¿De cuanto es el tiempo extra?

-Lo que vivas como mortal ¿Quieres hacer el trato?

-Si -Dijo sin titubeos, el odio se había apoderado de su corazón- quiero ver destruido al tipo que creía mi padre.

-Lo harás -Aseguró-.

-También quiero ver sufrir a Mirt.

-Puedes estar segura de eso, serás tú quien le cause el dolor más grande de su vida.

-¿Que pasará ahora?

-Morirás.

-¿Moriré? -Repitió sin entender-.

-Sí bonita, es necesario morir para renacer -La besó en los labios hasta que sus ojos se cerraron por completo, Becca había muerto-.

El reloj había marcado las nueve en punto en el internado Valknir mientras Reth daba una inspección final para cerciorarse de que todas las estudiantes estuvieran en sus habitaciones.

Señorita Beca -Llamó a la puerta, pero ella no contestó, intentó abrirla, pero notó que la misma estaba con seguro, bajó su mirada hasta el suelo y notó como el mismo se humedecía, podía escuchar el agua escaparse de la ducha y entonces supo que algo andaba mal, tomó las llaves que tenía en el bolsillo del terno y abrió la puerta, por el piso de la habitación corría agua de un color algo rojizo que lo llevó hasta al baño y entonces la vio, estaba en la fría bañera de cerámica como si estuviera dormida, aunque bien sabía él que no era así, su rostro lucía pálido y marchito por toda la sangre que había perdido, Becca había muerto-.

- ¿Qué rayos pasó aquí? -Dijo Mirt entrando en el cuarto y viendo a Becca, la impresión fue grande, dejó que el vaso de cristal estallara en el piso y corrió hacía ella- Becca, mírame -La tomó del rostro y la sacudió metiéndose en la bañera- maldición Becca, mírame -Exigió moviéndola con más fuerza-.

-Está muerta -Aseguró Reth-.

-No, ella no puede estar muerta -Negó fuera de sí-.

-No tiene pulso.

-Sálvala por favor.

-No puedo salvarla, no si ya está muerta.

-Becca, por favor, -La abrazó contra su pecho-, quédate conmigo, no me dejes solo, -Pidió sacándola de la bañera y llevándola hasta la cama-.

Observó su aspecto, no parecía estar muerta, solo dormida, miró los cortes en sus brazos y pudo notar que los mismo eran profundos, pero ya no corría sangre por ellos, la vida de su chica se había esfumado, haciéndolo pensar erróneamente que ese sería su peor dolor, pero estaba muy alejado de la realidad, este apenas era el comienzo del abismo, pues tanto Becca como él habían caído en su trampa, convirtiéndose así, en las nuevas piezas de su juego.

Mirt "Amor, Dolor y Traición" Cap. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora