Mirt "Amor, Dolor y Traición" Cap. 3

Capítulo 54 "Alma"

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Sin más que decir, que tengan una excelente noche, y que disfruten su lectura 🤗

Había pasado el día muy intranquilo, era imposible no estarlo, la amenaza de su Lucifer hacía eco en su cabeza, para Reth su familia era lo más sagrado y estaba dispuesto a dar su vida de ser necesario.

—¿Estás bien Reth? —Preguntó Astrid al ver que no había tocado su cena—.

—Sí mi amor estoy bien —La tomó de la mano fingiendo que nada pasaba— solo estoy algo agotado por el trabajo, eso es todo.

—Te entiendo cariño, pero al menos ya es viernes y podrás descansar, come algo por favor.

Intentó distraerse con algo de televisión, pero al final el cansancio terminó por dominarlo y se durmió, dando inicio a un sin fin de pesadillas que buscaban atormentarlo.

—Reth, ven aquí mi hermoso príncipe —Escuchó que lo llamaban—.

Miró a su alrededor, había muchos árboles y una pequeña cabaña que él no tardó en reconocer y que lo llevó a revivir dolorosos recuerdos.

—¿Alma? —Pronunció su nombre sintiendo un nudo en la garganta—.

—¿Por qué has tardado amor? —Se acercó a él y abarcó su rostro en busca de darle un beso—.

—Estás muy fría Alma.

—Aquí siempre hace frío Reth, es a lo que me condenaste —Lo acusó al borde de las lágrimas mientras se alejaba de él y se perdía en la oscuridad de la habitación—.

—Alma ¿Dónde vas? —La cuestionó siguiendo sus pasos y pronto la escuchó gritar—.

—Por favor papá, no lo lastimes —Rogaba Alma— estoy embarazada.

La oscuridad le impedía ver lo que sucedía, pero no le impidió escuchar los gritos de Alma y el sonido del disparo, observó el cuarto iluminarse dejando ver todo a su paso, otra vez revivía aquel momento que tanto daño le había causado.

Intentó correr en su ayuda, pero nada pudo hacer, sintió las llamas cubrir su cuerpo experimentado una lenta agonía que lo llevó a gritar.

—Duele mucho ¿Verdad? —Exclamó Alma levantándose del suelo y caminando con dirección hacia él— fuiste un inútil Reth, mira lo que me hicieron por tu culpa —Lo acusó extendiendo sus brazos para que viera sus heridas—.

—Lo siento Alma —Se disculpó entre quejas de dolor—.

—¿Lo sientes? Dejaste que mataran a nuestro hijo —Lo acusó— eres un maldito ingrato, me abandonaste y cambiaste por otra mujer, pero lo pagarás —Sonrió tomando otro aspecto, Lucifer hacía presencia— voy a quitarte lo que más quieres —Aseguró haciéndolo ver un escenario en el que Astrid y su hijo morían—.

—Astrid —Gritó desesperado despertándola—.

—Reth ¿Qué pasa? —Lo movió— despierta.

Abrió sus ojos desesperado y abrazó a Astrid, la pesadilla que había tenido lo dejó muy nervioso y lo llevó al punto de las lágrimas, Lucifer empezaba a torturarlo por su traición.

🔥ALESSANDRO 🔥

La había besado y acariciado hasta la saciedad, era mucho el tiempo que estuvo lejos de ella, encerrado en ese oscuro abismo en el que su corazón se llenaba de odio y rencor al sentirse traicionado por la mujer que tanto amaba, pero el verla a su lado hizo que sus demonios le dieran una tregua y lo permitieran razonar, ella también era una víctima más de Lucifer.

Rozó su mejilla y una sonrisa se dibujó en sus labios al ver que ella se abrazaba con más fuerza a él, no le había importado interponerse en la pelea para que Lucifer no lo lastimara, era más que evidente que ella lo seguía amando.

—¿Qué pasa mi amor? ¿No puedes dormir? —Se apoyó en su pecho y le dio un beso—.

—No Alessandra, no es que no pueda dormir —Acarició su cabello— es solo que amo el poder disfrutar verte a mi lado, el poder estar en tu piel que es mi hogar.

La estrechó entre sus brazos dándole así paz al calvario que había estado viviendo lejos de ella, está vez no habría fuerza en el mundo que pudiera separarlos.

🔥 YANNICK 🔥

Se sentía agobiado y poco a poco la desesperación iba apoderándose de su ser, era mucho lo perdido y muy poca la recompensa, sobre todo para el dolor que llevaba a cuestas y que día con día lo consumía.

Observó la luna por unos breves instantes y cerró los ojos dejando que la brisa acariciara su rostro, dándole paso a los recuerdos que
mortificaban su alma, pero que también lo mantenían cuerdo, lo había tenido todo y ahora no tenía nada.

—Vaya, vaya —Interrumpió Ezra sacándolo del averno en el que estaba sumergido— con que aquí estabas.

—¿Me buscabas?

—Sí, es viernes, vamos al club —Propuso, pero él no estaba de humor—.

—Hoy no Ezra, estoy cansado, ve con Drac.

—Ya se lo dije, pero no quiere ir, anda vamos, si quieres después podemos pasar por la cafetería que tanto te gusta.

—No pienso volver a ese lugar —Se mostró esquivo—.

—¿Por qué? ¿Pensé qué te gustaba ir a ese lugar?

—Ya no.

—Eres un aburrido, no pienso amargarme la noche por ustedes, que les den —Se marchó decidido a disfrutar de su noche—.

Para Drac la situación tampoco era la mejor, no después de lo que le había hecho a Ariel, no después de como la había lastimado, ella tenía razón, no era más que un simple cobarde.