Capítulo 3 "El Inicio Del Infierno"

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Había ideado un plan para vengarse de su enemigo, un plan que se llevaría a una inocente en el camino, pues Reth pensaba erróneamente que si lastimaba a Becca y la llevaba al punto de desesperación que llegó su hermana para que se suicidara, habría podido cobrarse un ojo por ojo, pero nada más lejos de la realidad pues Becca no le importaba a su padre.

Los recuerdos de Becca eran desastrosos, tenía un padre que día a día le recordaba lo mucho que la odiaba y maltrataba, esa había sido la principal razón por la que la enviaron al internado, para deshacerse de ella y aunque Becca pensaba que ahí tendría algo de paz, ese era solo el inicio del infierno.

“Se despertó y bajó a desayunar, era sábado y se les permitía dormir un poco más, tomó algo de café y unas tostadas y se dirigió a la biblioteca para leer un poco"

—Debes ser la única alumna que desperdicia su día en la biblioteca, —Interrumpe Ezra entrando en el lugar—.

—Buenos días profesor, —Saluda con una sonrisa—.

—Buenos días señorita Becca, ¿no nos deleitará con su presencia en la piscina?, —La molesta haciendo que se sonroje—.

—Creo que prefiero leer un poco.

—Bonita e inteligente, tiene dos buenas cualidades señorita.

—Gracias profesor.

—No dejas las malas costumbres, ¿verdad Ezra?, —Preguntó Mirt entrando en el lugar—.

—Buenos días profesor Mirt.

—Buenos días Becca, Reth está buscándote Ezra.

—Como siempre Reth dañando mis planes, bueno, —La toma de la mano—, ha sido un gusto, —Besa la misma antes de irse—.

—¿Parece qué empiezas a adaptarte Becca?, —Cuestiona Mirt sentándose a su lado—.

—Si señor.

—No me digas señor por favor, haces que me sienta viejo.

—Lo siento, —Se disculpa—, ¿cómo desea que lo llame?

—Mirt, solo Mirt cuando estemos a solas, —La toma de la mano haciendo que se ponga nerviosa—, ¿qué haces Becca?

—Yo..., yo leo un libro.

—Es bueno que leas Becca, pero es sábado, deberías disfrutarlo, —Le guiña un ojo antes de dejarla sola—.

El día pasa tranquilo y Becca vuelve a su casa para ver algo de televisión, aunque al final el sueño termina por dominarla y entra en un mundo de pesadillas que no logra entender, todo es oscuro en ese mundo, pero puede escuchar los gritos y llantos de una mujer, alguien joven al parecer.

—¿Hay alguien aquí?, —Trata de caminar, pero no ve nada, aunque puede sentir la humedad en sus pies cómo si pisará agua—.

—¡Ayuda!, —Escucha un grito desgarrador que hace, que se le hiele la sangre—.

—¿Dónde estás?, no logró verte, —Empezó a buscarla hasta que un poco de luz hizo que pudiera visualizar a la joven que pedía ayuda, estaba en el suelo y con el rostro cubierto por sus manos—.

—Ayúdame por, —Suplica poniéndose de pie y solo ahí puede ver la sangre que se escurre por sus muslos—.

—Estás herida, —Dice tomándola de la mano—, hay que llevarte con un doctor.

—Me duele, —Se queja la joven—.

—Tranquila, yo voy a ayudarte, —Trata de calmarla—.

—El dolor no encuentra calma Becca, jamás lo encuentra.

—¿Sabes mi nombre?, —La mira sin entender mientras observa cómo se va—.

—Yo sé todo de ti Becca, —La ve tomar un revólver—.

—Por favor no me hagas daño, —Trata de convencer a la joven que la a punta—.

—Tu daño ya está hecho, —Le sintiéndose con dulzura—, y yo seré tu karma, —Asegura antes de llevarse a la boca el cañón del revólver y dispararse salpicándola de sangre en el proceso—.

Se despertó entre gritos y lágrimas, y pudo notar como su rostro, manos y hasta cama yacían llenos de sangre, volvió a gritar desesperada y sintió que alguien la sacudió.

—Despierta, —Ordenó una voz que logró sacarla de la pesadilla sin fin en la que se hallaba, era Mirt—, Becca despierta, —La sacudió más fuerte logrando que abriera los ojos—.

—Oh por Dios, —Se aferró al hombre que la había despertado, mientras temblaba—.

—¿Estás bien?

—No, —Contestó ahogándose en llanto—.

—¿Qué te ha pasado?

—Se mató, —Respondió torpemente—, se disparó frente, yo..., yo tenía su sangre por todos lados, —Se alejó para revisarse—.

—Ha sido una pesadilla Becca, —La envolvió en sus brazos—, solo eso y nada más—.

Pasaron varios minutos antes de que ella lograra calmarse y aunque Mirt le preparó un té para calmarla, al final tuvo que acompañarla hasta que se durmió.

La miró y una sonrisa se formó en su rostro al ver a la joven respirar agitada por las pesadillas que él hacía que siguiera teniendo, estaba disfrutando de atormentarla en sus sueños.

Mirt "Amor, Dolor y Traición" Cap. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora