Capítulo 66 "El Veneno De Dios"

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Considerado un arcángel oscuro, es el más leal de los servidores de Dios, comparado con el mismo Lucifer, por la dureza de sus actos al poner a prueba la fé, se sabe que fue él quien plantó el árbol de la manzana, y quién se presentó en forma de serpiente, ante Adán y Eva para poner a prueba su fidelidad a Dios.

Es el encargado del trabajo sucio y no duda en cumplir al pie de la letra, las ordenes del creador, confundido varias con el ángel de la muerte, Samael es el encargado de llevarse a los condenados que se niegan a arrepentirse de sus pecados.

Con una estatura que sobrepasa los dos metros de alto y el cuerpo digno de un Dios, Samael era un arcángel poco convencional y al que muchos temían, cargaba en su espalda tres pares de alas negras que lo hacían lucir más enorme, alas en las que se podían apreciar varios ojos que observaban todo a su alrededor, y que conservaban la esencia de la mirada del arcángel, una mirada que se mezclaba entre la justicia y la maldad, y que era capaz de poner de rodillas al mismísimo Lucifer.

La dulzura de su rostro le daba un contraste a esos hermosos ojos turquesas que llenos de frialdad, no tenían piedad con quién se le encomendaba castigar, tenían el cabello negro azabache y una piel blanca que parecía de porcelana.

Seductor por excelencia, poseedor de una descomunal belleza y encanto, pero todos estos atributos no son más que un arma de doble filo, pues su único propósito es poner a prueba la fé de los humanos.

No le tiembla la mano al momento de desenvainar su espada y castigar a los pecadores, en la punta de la misma yace una gota de veneno, el cual es llamado, el veneno de Dios y marchita a su víctima hasta consumirla por completo.

VALKNIR

La noche había caído en el internado, alumnas y profesores descansaban del día tan agotador que habían tenido, en la oficina Lucifer bebía un trago sumido en sus pensamientos, sabía que se vendrían días difíciles.

—¿Qué pasa Lucifer? —Interrumpió una voz llamando su atención— ¿Pensando en la inmortalidad del cangrejo? —Lo molestó—.

—Exclamó el perro —Respondió Lucifer plantándole la mirada— así que te soltaron la correa Samael.

—No te confundas Lucifer, yo soy un guerrero, no un perro —Aseguró algo molesto por sus comentarios—.

—¿Guerrero? Eres un psicópata.

—¿Asustado por mi presencia? —Lo cuestionó—.

—Los perros no me dan miedo —Se encogió de hombros—.

—No pensabas igual hace un tiempo.

—Hace un tiempo nos hicieron creer que eras como una encarnación de Dios, ahora sabemos que no eres más, que uno más de sus lacayos ¿A qué has venido?

—El día se acerca Lucifer, tú sabes porque estoy aquí, vengo por Alessandra.

—¿Otra vez? ¿Es que acaso nunca te cansas de matarla?

—Lo hago por el bien de la humanidad —Se justificó—.

—Y una mierda, es tu hija, debiste pensar en eso antes de acostarte con Lilith —Le recordó—.

—Si Lilith hubiera aceptado la rendición y regresado al edén, nada de esto habría pasado.

—No dejaré que te la lleves, no esta vez —Aseguró— si intentas matarla, puedes estar seguro de que desataré el apocalipsis.

—No te tengo miedo Lucifer —Sonrió seguro de que cumpliría con su cometido—.

—Yo mucho menos —Lo encaró— te estaré esperando.

—Pues toma asiento, porque no es por ti por quién vendré —Le dejó en claro antes de desaparecer—.

ALESSANDRA

Se había parado frente a la ventana a contemplar la lluvia, buscando olvidarse por un momento de las contradicciones que invadían su mente y la hacían sentirse despreciable.

—Es tarde ya, ven a acostarte —Susurró Alessandro abrazando su cintura y besando su cuello—.

—No tengo sueño —Contestó cerrando los ojos y disfrutando de los mimos que él le brindaba—.

—Podemos ver una película —Propuso, pero ella negó con la cabeza—.

— Solo quédate conmigo —Pidió buscando refugio en sus brazos—.

—Yo siempre voy a estar contigo —Le prometió— yo siempre voy a cuidar de ti, siempre, mi dulce princesa —La giró hasta que sus ojos se encontraron— te amo Alessandro —Le confesó besando sus labios sin darle tiempo para responder— te amaré lo que dure la eternidad.

Una sonrisa se dibujo en su rostro al escuchar sus palabras, había pasado tanto tiempo alejada de él, tiempo que se volvió un infierno y que la tuvieron al borde de la locura, y que por poco logran sumirla en un abismo de dolor y oscuridad del que Yannick logró rescatarla, era tan contradictorio sentir que amaba y adoraba con toda su alma, y corazón a Alessandro, pero a la vez tener también sentimientos hacia a Yannick y era eso lo que la atormentaba, no quería fallarle a Alessandro, no después de todo lo que había sufrido para poder estar con ella, por eso lo mejor era alejarse de Yannick.

Capítulos Finales.

Pdta: Perdonen si tardo en actualizar, he estado en tratamiento, espero que ahora que lo he terminado, pueda actualizar más seguido, prepárense, porque se vienen muchas sorpresas. 🤗









Mirt "Amor, Dolor y Traición" Cap. 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora