Capítulo 48

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Antonio.

A Natasha la conocí cuando fuí a la plaza. Ella estaba comprando labiales mientras yo la observaba. Era hermosa, una belleza divina.

Se dió cuenta y se rió al mismo tiempo que se ponía roja porque ya estaba acercándome más a ella.

A los 3 días me enteré de que ya conocía a Matías y como era costumbre, se enamoró de él pero el maldito hijo de puta la hizo sufrir hasta el grado de que ella huyó a otro país para sanar.

Hace unas semanas la ví llegar a Perú y no contuve las ganas de besarla. Lo mejor fué que ella me correspondió. Fué en ese entonces cuando me contó su plan y me dispuse a ayudarla.

Sí, me dolió cuando creí que Matías estaba muerto e incluso le lloré por días pero ahora que ví a Natasha no puedo contra mis sentimientos, es ella a quien elijo por sobre todas las cosas.

—Antonio —Me dijo abrazándome con cariño.

—Dime —Le dí un beso en la cabeza.

—Te deseo....

Fué la mejor punzada que sentí, tanto en el pene como en el corazón.

—Vamos a la cama —Susurré cargándola.

Estábamos en un departamento de Perú.

Después de dejar a Samuel colgado y encerrado en aquella cabina, Natasha y yo venimos a éste departamento para estar a sólas.

—Eres muy hermosa —Le dije acariciando su rostro.

No dijo nada, sólo se aferró a mi playera mientras me besaba.

Estaba siendo salvaje, succionaba mis labios con ferocidad y los mordía con sensualidad.

Se me escapó un gemido cuando bajó el cierre de mi pantalón y lo desabrochó.

—De lo que se pierde Matías —Dijo con una gran sonrisa.

La solté de inmediato al escuchar eso.

—No estaré contigo si sigues recordándolo —Le advertí.

—Fué un simple comentario —Levantó los hombros.

Ésta vez fuí yo quien la besó hasta que caímos en la cama.

Le restregué mi erección mientras disfrutaba de sus jadeos en mi oído.

—Ya fóllame —Dijo apretando mis pompas.

Hay algo que no me hace sentir del todo bien, algo que no me deja estar tranquilo.

Ella notó mi angustia y me quitó de ella para sentarse.

—No me digas que estás así por Samuel —Torsió los ojos—, por favor, no seas marica.

No, no era por Samuel si no por algo más. Me sentía incompleto.

—¿Sabes o no sabes follar? —Me preguntó Natasha con cierto tono de exigencia.

—Sé follar a la perfección, Natasha pero no es lo que quiero hacerte ahora.

—¿Entonces? —Frunció el ceño.

—Quiero hacerte el amor —Mi voz sonó tan débil que cualquiera se daría cuenta que de verdad estoy enamorado.

Levantó las cejas y luego empezó a reírse.

—No digas idioteces —Me dijo al calmar su risa.

—Te confesé que estoy enamorado de tí, te dije que haría cualquier cosa para que estemos juntos pero no quiero ser tu juguete, quiero que me ames tal como yo lo hago contigo.

Mafia vs Mafia (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora