Capítulo 52

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Natalia.

Abrí los ojos sintiendo un fuerte dolor en mis sienes.

—Matías... —Murmuré.

Caí en cuenta de que a él también lo atraparon así que me desperté por completo. Mi pecho subía y bajaba mientras observaba a mi alrededor.

—Mi mujer despertó —Habló Luigui.

Estaba sentado en la orilla del lugar donde estábamos.

—¿Dónde está? —Pregunté sentándome—

—¿Quién? —Se levantó haciéndose el desentendido.

—Sabes de quién hablo.

—Ah, el muerto —Caminó hacia a mí—, ¿Quieres ir al funeral?

Le dí una bofetada pero me la regresó.

—No sabes cuánto me duele tu infidelidad —Dijo agarrándome de las muñecas—, aunque no lo creas, estoy enamorado de tí.

—¡Suéltame! —intenté safarme de él.

Me soltó a la mala para ir hacia la puerta.

—La vista es maravillosa —Me miró por encima de su hombro—, ¿Quieres ver antes de que termine el show?

Por mi cabeza pasaron muchas cosas y lo que más temía era que Matías estuviera siendo torturado.

Me levanté rápido para ir hasta con Luigui pero me agarró de la muñeca estampándome contra la puerta, levantó mis brazos y unos metales salieron desde la pared logrando agarrar mis muñecas.

—Cielo —Susurró en mi oído—, qué hermoso será follarte en esa posición.

Empecé a llorar pero ya no supe si por lo que Luigui me iba a hacer o porque podía ver a Matías afuera en un jardín. Estaba lloviendo y él atado a una silla. No supe qué era peor, si eso, o que lo estén golpeando unos tipos con capucha.

Uno de ellos agarró la cabeza de Matías para que mirara hacia a mí. Él sonrió pero yo sólo quise morir en ese momento. Siempre lo estoy metiendo en problemas ¡Joder!. A veces he llegado a creer que ni siquiera nacimos para estar juntos.

Luigui bajó mi pantalón y a los pocos segundos sentí su miembro rozar mis pompas.

Matías comenzó a intentar zafarse al vernos de tal manera y yo me empecé a mover para liberar mis manos.

—Quieta, nena —Agarró mi cadera con fuerza—. Te aseguro que vas a disfrutarlo.

Lancé una patada hacia atrás, primero se quejó y después me jaló del cabello.

—Vas a ser mía como ya lo has sido veces anteriores así que será mejor que cooperes...

Creo que ni siquiera sentí cuando Luigui entró en mí ya que estaba tan concentrada en Matías.
Se quedó quieto por unos segundos y después levantó las manos con tanta fuerza que logró zafarlas de aquella silla.

Los tipos se pusieron en alerta, nuevamente empezaron a golpearlo hasta que lo tiraron al suelo con todo y silla ya que sus pies aún estaban atados.

No sé ni cómo le hizo, todo sucedió tan rápido pero Matías terminó zafándose por completo para empezar a pelear con aquellos tipos.

Mi bebé se veía cansado, las gotas de sangre ya habían manchado su playera y su rostro estaba lleno de golpes.

Nuevamente le proporcioné patadas a Luigui, me moví de un lado a otro, forcejée y jalé mis manos hacia abajo. Mi sonrisa fué tan amplia cuando mis manos se zafaron de aquellos metales. A veces es bueno tener las muñecas delgadas.

Mafia vs Mafia (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora