Capitulo 29

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Natalia.

El estómago me duele desde hace rato, tengo hambre pero nada de apetito.

Gotti y Justin salieron desde hace dos días y no han regresado pero no sé qué es peor, si tenerlos conmigo o el que estén lejos porque eso significa que algo está pasando con mi familia.

La puerta se abrió de golpe y Justin entró molesto. Se quitó la camisa rompiendo los botones y luego se acercó más a mí. Quise retroceder pero me atrapó rápido poniendo su mano detrás de mi cuello.

-No hemos follado -susurró en mi oído-. Y no tienes una jodida idea de cuánto te deseo...

Me recargó contra la pared mientras besaba mi cuello, su mano atrapó mis muñecas para ponerlas por encima de mi cabeza.

-Déjame, Justin... -supliqué con chillido.

-¡Y una mierda! -gritó acercando su erección en mi estómago.

Forcejée con él, traté de empujarlo pero comenzó a rasguñarme el cuerpo.

-Estás lastimándome -le dije cuando mis ojos ya estaban empañados de lágrimas.

-Te gustará, lo prometo...

Se arrodilló ante mí y sentí más miedo cuando bajó mi pantalón con todo calzón.

-No -mi voz sonó en chillido.

Puse mis manos sobre su frente para empujarlo pero las atrapó de nuevo y esta vez con más fuerza.

-Aquí mando yo, entiende maldita sea -gruñó sin soltarme.

Al instante sentí su lengua sobre mí y pude doblar mi rodilla para pegarle en el pecho. Gruñó molesto y aproveché para safar mis manos de la suya.

Lo empujé para que cayera, le dí una patada en el vientre y una más en su entrepierna.

-¡Ven aquí, perra! -gritó mientras se quejaba de dolor.

Me salí de la habitación y recorrí el largo pasillo hasta que llegué a las escaleras. Bajé a toda prisa pero al terminar, noté que a mi izquierda habían hombres hablando en el despacho. Me acerqué cautelosamente y...

-¿En serio? ¿Me cobrarás cien millones de libras por traerme a esos perros? -preguntó Gotti molesto.

-Esos perros cuidarán a Natalia mientras ustedes no estén -se justificó uno.

-Trajiste cinco perros, cien millones es mucho.

-Pero son excelentes en pelear, no tienen piedad de nadie, así sea humano o animal.

Gotti pasó las manos por su cabello y bufó.

-Mañana mismo tienes el dinero -dijo antes de servir licor.

Retrocedí y me dí la media vuelta para irme. Abrí la puerta pero 5 perros grandes y de color negro estaban ahí.
Me tapé la boca tratando de contener un jadeo.
Uno de ellos se me acercó para oler mis pies y sentí un jodido miedo. Imaginé cómo sería ser mordida por estos perros.
Me quedé quieta y pasé saliva pero uno de ellos colocó sus patas en mi pecho haciéndome retroceder un poco. No me gruñó, sólo sacó la lengua y comenzó a jadear.
Sonreí al recordar a mis cachorros que dejé en Perú. Los extraño tanto.

-Hola... -Susurré acariciándole la cabeza al perro y éste se mostró cariñoso.

Los otros tres también me olieron y trataron de acercarse sin hacerme daño.

¿Pues no que eran perros entrenados para no tener piedad de nadie?

Escuché pasos acercarse y solté al perro de repente.
Los 5 gruñeron preparándose para atacar pero se calmaron al ver a la persona que estaba detrás de mí.

Mafia vs Mafia (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora