Capítulo 25

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Matías.

Tallé mis ojos al mismo tiempo que bostecé. Sólo he dormido 2 horas desde que Natalia...

-¡Mierda! -gruñí de sólo recordar que sí se casó con ese idiota.

Estaba parado con las manos metidas a las bolsas de mi pantalón mientras esperaba que las puertas que tenía enfrente se abrieran.
Hiroshi y los gemelos estaban atrás de mí esperándo pero el primero es más impaciente.

-¿Ya casi? -preguntó con desespero-, parecemos estúpidos esperando por sus doncellas.

-Te acusaré con Natalia en cuanto la recuperemos -le dije antes de sentir un pequeño empujón.

-Tú no le dirás nada -dijo serio.

En ese momento las puertas se abrieron dejándonos ver a una fila de 10 hombres apuntando hacia nosotros.

-¿Matías? -preguntó el de enmedio bajando su arma y los demás lo siguieron.

-Justin -dije con una sonrisa.

Soltó su arma para caminar hacia a mí y yo también dí unos pasos.
Cuando estuvimos más cerca me dió un abrazo acompañado de palmadas en la espalda.

-Estás más maciso -dijo mientras golpeaba mis brazos.

-El líder de la mafia no puede estar sin fuerza.

Al momento en que dije eso abrió más los ojos.

-¿Líder de la mafia? -preguntó con asombro.

Asentí.

-Entonces dígame, ¿qué se le ofrece? -preguntó antes de hacer una reverencia.

-No seas exagerado -sonreí-. Necesito de tu ayuda.

-Pasen -señaló la entrada.

-No entiendo cómo mi hija se fijó en tí- me dijo Hiroshi pasando hacia mi lado.

-Lo mismo digo de Azami, ¿cómo se pudo fijar en tí?

-Se fijó en mi pene, ya me lo dijo -aclaró mirándome.

-¿Tu pene de 2 centímetros? -me reí.

-No porque lo tengas de ese tamaño quiere decir que todos estaremos igual.

Torsí los ojos y continuamos caminando.

Entramos en la mansión pero adentro casi no habían muebles mas que aparatos electrónicos.

-Llévalos a la sala -le ordenaron a una chica.

Mientras caminábamos detras de ella pude ver que Hiroshi le miraba las nalgas.

-¿Quieres concentrarte? -le pregunté en susurro.

-Tiene un buen trasero -levantó los hombros.

-Tal vez se sienta acosada.

Entramos por un pasillo y a la mitad, la chica recargó a Hiroshi contra la pared mientras se movía para excitarlo.

-Me gusta que me vean -le dijo en el oído.

-Voy a castigarte, mujer -le advirtió mientras me veía.

-¿Con látigos? Qué delicia.

Los gemelos y yo apretamos los labios para no reírnos.

-Tengo esposa así que continúa haciendo tu trabajo -la empujó hacia adelante y escuchamos que la chica bufó.

-¿Esposa? -le pregunté mientras caminábamos nuevamente.

Mafia vs Mafia (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora