Capítulo 20

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Akira.

Aquella vez, mientras ese idiota me violaba sólo pensaba en Héctor, deseaba con todas mis fuerzas que me encontrara para llevarme con él porque eso era lo peor que me pasaría en la vida pero qué equivocada estaba porque ahora no tengo a mis hijos y eso me está matando por dentro.

Héctor dijo que me esperara en la camioneta y él volvería después pero no ha llegado y la intriga sigue presente.

-Tranquilízate -me dijo un hombre que ya no sabe ni qué hacer conmigo.

Sólo me tutean cuando no está Héctor porque se enoja.

-Quiero ver a mis hijos -dije en lamento.

Sonreí al recordar a Natalia, esa mujer valiente que me hace sentir orgullosa. Ha cometido muchos errores pero también ha sufrido y ya quiero que sea felíz, que pueda cumplir cada uno de sus sueños.

-Akira... -me movió el hombre sonriente y miré por la ventana de atrás.

Me emocioné tanto al ver a Héctor bajar de una camioneta con un bebé en brazos. No dudé en bajarme y correr hacia él.

-Lo trajiste -dije llorando de emoción y se lo quité de los brazos-. Trajiste a nuestro hijo.

-Sí, mujer -me abrazó por detrás y acarició la cabeza del bebé-. Está de vuelta con nosotros.

Me dí la media vuelta para mirarlo y me besó agarrando mi rostro entre sus manos.

-Te amo, Héctor -le dije mirándolo directo a los ojos

-Yo los amo mucho más -besó la cabezita del bebé-. Son mi adoración y siempre buscaré hasta debajo de las piedras para encontrarlos si es necesario.

Me acerqué para que me abrazara y nuestro hijo quedara en medio de los dos, nos envolvió con sus brazos y no pude sentir mejor protección pero me separé al recordar...

-¿Dónde está Natalia? -pregunté de repente.

-Matías la está buscando, tranquila.

Confío en Matías pero no puedo estar tranquila hasta que todos estemos juntos.

-Necesitan revisar a mi hijo, llévanos con tu doctor.

-Le diré que lo veo en Japón, ahora, amor mío...

-¿Si?

-Quiero que te quedes en la mansión de Hiroshi, atiende a nuestro hijo y ya no te preocupes por lo demás, sólo concéntrate en que mi hijo esté bien.

Suspiré sin dejar de mirarlo, me conoce bien y sabe que de cualquier manera voy a preocuparme pero sólo en esta ocación le haré caso.

-Está bien, no haré otra cosa mas que cuidar y proteger a nuestro hijo.

Volvió a agarrar mi rostro entre sus manos para besarme, nuestras lenguas se unieron y luego apretó mis labios con los suyos.

-Tengo que quedarme pero un grupo de hombres te llevarán a Japón, estaré llamándote a cada rato y por favor, cuida a mi bebé.

-Amo cuando estás de mandón -le dije sonriendo y mirando hacia abajo.

-Yo amo cuando estás de coqueta, justo esta expresión hacías cuando nos conocimos -agarró mi barbilla para darle un suave beso.

Sonreí tímida porque no importa cuánto tiempo llevemos juntos, siempre me pone de tal manera.

Puso su brazo por encima de mi hombro para caminar hacia la camioneta, se subió atrás de mí y al sentarnos el chofer arrancó.

Mafia vs Mafia (Completa ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora